Las dos colectividades que conforman el Ejecutivo de la península darán vida a una nueva tienda política con la que encarar el futuro.
La Margarita, el segundo partido de la coalición en el poder, concluyó este domingo en Roma el último congreso de su corta historia, que aprobó su disolución para confluir con los Demócratas de Izquierdas (DS, ex comunistas) en el nuevo Partido Demócrata (PD)
Un día después de que los herederos del viejo Partido Comunista PCI aprobaran también su disolución en un congreso celebrado en Florencia y pusieran fin a una historia comenzada en 1921, los democristianos, liberales y progresistas que forman La Margarita apostaron este domingo por el PD para permitir que Italia, según dijeron, tenga un gran partido, moderno, con el que encarar el futuro.
"Ya somos el mismo partido, compartimos palabras, objetivos y proyectos", dijo un triunfante Francesco Rutelli, líder de La Margarita, en el discurso con el que cerró el congreso y puso fin a los cinco años de historia de este grupo de centro izquierda, al que los observadores políticos llamaban "frullatutto" (batidora), en referencia a las numerosas corrientes políticas que aglutinaba.
Al igual que DS, la disolución de La Margarita no es inmediata, sino que se producirá de manera automática cuando nazca el nuevo Partido Demócrata. En ese momento, los dos partidos cesarán totalmente su actividad, según lo aprobado.
Los líderes de La Margarita dijeron este domingo que no serán "segundones" en el PD (debido a que son más pequeños que el DS), sino que todo será decidido con el "diálogo".
Franco Marini, presidente del Senado y dirigente de La Margarita, manifestó que era un día histórico y lamentó el "tanto tiempo perdido" hasta llegar al nacimiento del PD.
Lamentó asimismo que los DS hayan pagado "un precio" por la disolución -en referencia a la escisión del ala izquierda de ese partido, que lidera el ministro de Universidades, Fabio Mussi-, y se mostró dispuesto a comprometerse para "cerrar esa fractura y recuperarlos".
Mussi y Cesare Salvi (otro de los dirigentes históricos del DS que se ha escindido por considerar el PD demasiado centrista y americanizado) ya anunciaron este domingo que el próximo 5 de mayo darán vida a un nuevo movimiento político, autónomo.
El Partido Refundación Comunista -que se escindió cuando en 1991 el viejo PCI abandonó el comunismo y se convirtió en DS- ya les ha tendido una mano y les ha invitado a formar juntos un nuevo "sujeto político".
Tras las disoluciones, a partir de mañana comenzarán los preparativos para la Asamblea Constituyente, que será convocada en otoño próximo, presumiblemente en octubre.
Los delegados de la constituyente, según lo aprobado, se elegirán teniendo en cuenta una base territorial pequeña y serán mitad hombres y mitad mujeres.
Tanto los líderes de ambos partidos evitaron pronunciarse sobre quien será el líder del nuevo PD.
En La Margarita algunos miembros abogan para que el mismo día que se elija la asamblea constituyente se decida quien será el hombre -o mujer- fuerte. Pero eso es ya cosa de más adelante.
Aunque se da como líder "natural" del PD a Walter Veltroni (DS), actual alcalde de Roma, de ambos congresos han salido reforzadas la ex comunista Anna Finocchiaro -quien se mostró contraria a las "cuotas rosas o azules" (es decir imponer un porcentaje de mujeres u hombres en las listas) y apuesta por los jóvenes- y la democristiana Rosy Bindi.
Bindi, ministra para la Familia, defiende un estado laico y es la promotora del proyecto de ley que regulará las parejas de hecho, al que se opone la Iglesia Católica, la oposición conservadora e incluso aliados gubernamentales.
Junto con ellas, también darán batalla Rutelli y Fassino, mientras que no se sabe que hará el ministro de Exteriores y hasta ahora presidente de DS, Massimo D'Alema.
Quien no estará será el primer ministro, Romano Prodi, que ya anunció que abandonará cuando concluya su mandato, en 2001.
Sobre donde estará ubicado en Europa el nuevo PD, Prodi afirmó que en la "zona reformista". El partido, según los líderes de La Margarita y DS no entrará en el Partido Socialista Europeo, pero colaborará. (EFE)
