Japón calcula que en los próximos 10 años deberá invertir al menos 23 billones de yenes (135 billones de pesos) en proyectos de reconstrucción en las zonas azotadas por el terremoto y tsunami del 11 de marzo, indicaron este jueves fuentes oficiales.
Para recabar los fondos necesarios, el gobierno evalúa la posibilidad de recortar el gasto en unos 500.000 millones de yenes (casi 2 billones de pesos) por año fiscal, vender activos del Estado y emitir bonos para la reconstrucción.
Según las fuentes, citadas por la agencia Kyodo, estudia, además, elevar los impuestos a fin de recaudar en ese periodo unos 10 billones de yenes (casi 59 billones de pesos) adicionales.
Está previsto que estos planes se incluyan en unas pautas básicas para la reconstrucción que el gobierno está elaborando y que prevé completar este mismo mes.
Sólo en los próximos cinco años se espera que el gasto para la rehabilitación de las áreas asoladas ascienda a unos 19 billones de yenes (111,6 billones de pesos), que servirían para delimitar tierras afectadas, reubicar a los residentes y desarrollar infraestructuras de agricultura, ganadería y pesca.
Primeras cifras
Por ahora Japón ya aprobó un primer presupuesto extraordinario para la reconstrucción por valor de 4 billones de yenes (unos 23,5 billones de pesos), y el gobierno está a punto de recibir en el Parlamento la luz verde a un segundo por 2 billones de yenes (unos 11,7 billones de pesos).
Según las fuentes, el Ejecutivo discute ahora el modo de recaudar otros 13 billones de yenes (alrededor de 76,4 billones de pesos) en el difícil contexto de unas maltrechas finanzas públicas con una deuda que supera el doble del Producto Interior Bruto (PIB), la mayor de un país industrializado.