Los muertos en Líbano suman más de 50, incluidos varios niños, mientras que la infraestructura de Beirut sufre las consecuencias de los misiles y morteros del Ejército israelí.
Israel bombardeó nuevamente el aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut, desde donde la compañía aérea libanesa Middle East Airline (MEA) comenzó a sacar sus aviones y enviarlos a países vecinos, según radios locales.
Se desconoce si este nuevo bombardeo, que se produjo a las 11:00 horas locales (08:00 GMT) fue realizado por la aviación o por la marina israelíes.
Largas columnas de humo se veían salir de los depósitos de combustible del aeródromo, situado cerca de los suburbios del sur beirutí, baluarte del grupo chiita Hizbulá.
Este es el tercer ataque israelí contra el aeropuerto de Beirut, luego que el jueves 13 de julio fueran atacadas las pistas este y oeste del terminal, y ya por la noche dos depósitos de combustible.
MEA envió cinco aviones al aeropuerto de Amán y otros dos al de Larnaca para evitar su destrucción por los ataques.
El ataque es parte de la intensificación de la agresión hebrea contra infraestructuras en Líbano, que también incluyó una carretera que une Beirut con Damasco, una central eléctrica y varias reservas de combustible, además del feudo de Hizbulá en los suburbios del sur de la capital libanesa.
Al menos tres personas murieron en ese ataque, con lo que son ya más de 50 los muertos, entre ellos numerosos niños, contabilizados en tres días de ofensiva israelí para forzar la liberación de sus dos soldados secuestrados por esa milicia chiíta libanesa.
En tanto, la respuesta del grupo paramilitar sólo ha causado dos bajas entre civiles israelíes, a través del lanzamiento de cohetes.
La gravedad de la crisis, la peor en Medio Oriente de los últimos años, llevó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a convocar para este viernes a una reunión de urgencia a petición de Beirut, que pide su intervención para que exija el cese inmediato de las agresiones.
Sin embargo, Washington ya anunció que vetará cualquier resolución que implique castigar a Israel, país al que respalda sin miramientos. (EFE)
