Líderes libaneses pro y antisirios reanudaron "diálogo nacional"
Connotados personajes cristianos y musulmanes de la vida política local examinarán el destino del presidente Lahud, cuya dimisión exige la mayoría parlamentaria antisiria.
Connotados personajes cristianos y musulmanes de la vida política local examinarán el destino del presidente Lahud, cuya dimisión exige la mayoría parlamentaria antisiria.
La quinta ronda del dialogo interlibanés se reanudó en una atmósfera tensa tras el altercado entre el presidente Emile Lahud y el primer ministro Fuad Siniora en la reciente cumbre árabe de Jartum y la retirada de los ministros de la mayoría parlamentaria de la sesión del Gabinete.
Se espera que los 14 líderes cristianos y musulmanes reunidos alrededor de una mesa redonda a puerta cerrada en el Parlamento debatan de estas cuestiones antes de examinar el destino del presidente Lahud, cuya dimisión exige la mayoría parlamentaria antisiria.
El jefe del Parlamento, Nabih Berri, promotor de este "diálogo nacional", declaró que "existe una verdadera voluntad de apaciguar la situación por parte de todos" y señaló que "la cuestión de la Presidencia es complicada y podría llevar un cierto tiempo", pero dijo ser partidario de fijar la clausura de estos debates a mediados de abril "con o sin resultados".
"No se evocará (en estas sesiones de diálogo) la disminución del mandato o la destitución del presidente, sino si éste debe o no dimitir", apostilló.
El mandado del presidente fue prorrogado por tres años en septiembre de 2004 a propuesta de Siria, lo que provocó una crisis que culminó en febrero de 2005 con el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, al que siguió una serie de asesinatos de personalidades políticas y de la prensa.
Queda por resolver además el polémico desarme del grupo chiíta Hizbula, asunto que enfrentó a Lahud y Siniora durante la cumbre árabe de Jartum, ya que el primero se opone por considerar que Hizbula encarna la resistencia" ante Israel, mientras que Siniora considera que sólo el Estado y sus organismos deben contar con armas.
Hasta ahora, los principales líderes libaneses se han puesto de acuerdo en la necesidad de delimitar las fronteras con Siria, establecer relaciones diplomáticas con Damasco y desmantelar las bases militares palestinas fuera de los campamentos de refugiados. (EFE)