El relato de un chileno que vive en Christchurch, la ciudad de Nueva Zelanda golpeada por el terrorismo

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| Periodista Digital: Cooperativa

Matías Fuentes contó a Cooperativa el convulsionado clima que experimentó la urbe tras los atentados contra dos mezquitas, que dejaron 49 muertos.

"Las autoridades decían que no había que salir o asomarse a las ventanas", señaló.

Agregó que la comunidad chilena no ha recibido reportes de compatriotas entre las víctimas.

El relato de un chileno que vive en Christchurch, la ciudad de Nueva Zelanda golpeada por el terrorismo
 EFE

Al menos 49 personas murieron y otras 48 -incluidos niños- resultaron heridas en los ataques.

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Al menos 49 personas murieron y otras 48 -incluidos niños- resultaron heridas en los ataques terroristas cometidos este viernes contra dos mezquitas en Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

La primera ministra del país, Jacinda Ardern, calificó la masacre como "un ataque terrorista", mientras que tres personas -incluido un australiano- están arrestados como sospechosos de participar en los ataques, que fueron "minuciosamente planeados" según la Policía.

En uno de los vehículos de los detenidos se encontraron dos artefactos explosivos caseros, que ya han sido desactivados por las fuerzas de seguridad. También se hallaron varias armas de fuego.

Desde Christchurch, horas después de los atentados, Matías Fuentes, chileno que reside desde hace un año en esa ciudad, describió a Cooperativa el clima de terror y preocupación por la que ha atravesado la urbe de 362 mil habitantes, donde todos los colegios y edificios públicos se encuentran clausurados.

En la conversación telefónica, sostenida minutos antes de las 23:00 hora neozelandesa (07:00 hora chilena), Fuentes señala que la comunidad chilena en esa zona, por el momento, no ha recibido reportes de compatriotas o ciudadanos de origen latinoamericano que integren la lista de víctimas del doble ataque.

La casa de la familia de Fuentes -que lleva más tiempo que él en la ciudad- se ubica a cinco minutos de la mezquita de Al Noor, donde murieron 40 personas; y a 10 de la de Linwood, donde fallecieron otras siete (otra persona -la número 49- fue declarada muerta en el hospital).

"Al momento de los atentados yo estaba en mi trabajo, que queda aproximadamente a 15 minutos de nuestro hogar. Mis dos hermanas con sus hijos, mis sobrinos, estaban acá en la casa, aterrados, porque las autoridades informaron que debían estar adentro de las casas, que nadie podía salir", contó.

Fuentes contó que "nos tuvimos que quedar en nuestro trabajo unas tres horas después de terminada nuestra jornada laboral porque las autoridades decían que no había que salir o asomarse a las ventanas, pues estos tipos se escaparon del lugar. Estaban armados y encontraron alrededor de tres coches bombas".

"Alrededor de las 7 de la tarde, recién pudieron evacuar a los colegios, porque como estaba todo cerrado, todo cercado, los policías no dejaban que las familias se acercaran a los colegios en caso de cualquier cosa", señaló.

Sin embargo, dice el chileno, "lo bueno es que la Policía actuó de forma inmediata, estuvo todo súper ordenado, el pánico no se tomó las calles", aunque todo estuvo "aterradísimo".

Las autoridades de Nueva Zelanda elevaron el nivel de alerta al máximo nivel tras el ataque y las fuerzas de seguridad han ordenado el cierre de todas las mezquitas del país por seguridad.

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