Tras 12 días de investigación la policía portuguesa adoptó este martes la primera medida relevante en el caso de Madeleine McCann, al declarar "implicado" a un ciudadano inglés que vive cerca del hotel donde desapareció la niña británica de cuatro años.
El sospechoso, quien fue sometido a un largo interrogatorio la tarde del pasado lunes, es Robert Murat, un treintañero que vive con su madre en una casa próxima al alojamiento turístico de Playa de la Luz, en el Algarve luso, donde Madeleine desapareció el 3 de mayo.
Fuentes oficiales de la policía confirmaron la condición de "implicado" de Murat, quien fue puesto en libertad durante esta madrugada después de que su casa fuera sometida a un largo y minucioso registro.
Además del ciudadano británico fueron interrogadas otras dos personas, una de nacionalidad portuguesa y otra al parecer alemana, aunque las autoridades no han hecho comentarios oficiales sobre ellos.
Los medios portugueses y británicos lanzaron ya diversas especulaciones sobre Murat, su vida y sus actividades, aunque la policía se ha limitado a confirmar su condición de sospechoso y llevarse de su domicilio diversos efectos, entre ellos un computador.
Las sospechas sobre el ciudadano británico se conocieron después de que una periodista británica comentará con la policía el comportamiento extraño de Murat, uno de los habitantes de la zona que se ofreció a ayudar a los padres de la niña y a las decenas de enviados especiales de la prensa británica que han cubierto el caso.
Desde la noche del lunes las principales cadenas de la televisión de Portugal y el Reino Unido no dejan de apuntar la relación de Murat con la desaparición de Madeleine, pero formalmente la policía no ha hecho público ningún dato sobre su implicación en el caso.
En el chalet del ciudadano británico, situado a unas decenas de metros del hotel donde siguen los padres de Madeleine, montan guardia los periodistas y algunos que lograron hablar con la madre del acusado aseguran que ésta ha defendido su inocencia y explicó que se encuentra de momento con unos amigos.
Gerry y Kate McCann, quiene durante el fin de semana pidieron que se mantenga la búsqueda de su hija después de que la policía suspendió prácticamente los trabajos sobre el terreno, no han hecho por ahora ninguna declaración.
La acusación policial que pende sobre Murat es la única luz que hasta ahora han arrojado las investigaciones sobre la desaparición de la niña, en la que participaron cerca de 300 efectivos de diversos cuerpos de seguridad portugueses que registraron decenas de kilómetros de terreno e interrogaron a centenares de personas.
Los padres de la niña, quienes aseguran no haber perdido la esperanza de recuperarla, celebraron su cuarto cumpleaños el pasado sábado con actos religiosos y oraciones para que aparezca sana y salva.
La fiebre mediática que ha levantado el caso en la prensa británica ha llevado a varias personalidades a ofrecer recompensas millonarias por alguna pista sobre Madeilene y a que famosos como el futbolista David Beckham se sumen a la campaña de búsqueda.
La menor desapareció, cuando dormía en la habitación del complejo turístico junto a dos hermanos gemelos de dos años, mientras sus padres cenaban en el restaurante del establecimiento, el que dejaban cada media hora para chequear a sus hijos. (EFE)