Otras 69 personas debieron ser internadas por congelamiento, mientras se espera que bajas temperaturas se extiendan hasta fines de enero.
Al menos siete personas murieron congeladas en las calles de Moscú y otras 69 fueron hospitalizadas con síntomas de hipotermia en las últimas 24 horas, según informó el Servicio Médico de Urgencia de la capital rusa.
Las autoridades moscovitas han llamado a la ciudadanía a redoblar la cautela debido a la ola polar que desde la tarde del pasado lunes azota la urbe, con temperaturas de entre 27 y 32 grados bajo cero y que, según los meteorólogos, se prolongará prácticamente hasta fines de enero.
En lo que va de invierno, sólo en Moscú 116 personas han muerto por congelación.
Los meteorólogos explican que la brusca caída de temperaturas se debe a la crecida influencia de un ciclón que ha traído a la parte europea de Rusia gélidas masas de aire ártico.
A ello se suma la alta presión, que aumenta el enfriamiento de la superficie terrestre.
Para el próximo fin de semana se espera una ligera subida de temperaturas, hasta 27-29 bajo cero el sábado y a 23-28 el domingo.
En tanto, la ola polar también obligó un pronunciamiento del mando militar, que descartó que haya un riesgo para la operación del arsenal nuclear, parte del cual data de los tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
"Los sistemas de control y armamento de las Fuerzas Estratégicas de Rusia están en capacidad de operar incluso con temperaturas más bajas", dijo un portavoz militar.
El vocero agregó que la ola polar que se extendió por Siberia en diciembre pasado y que llegó esta semana a la parte occidental del Rusia no ha provocado averías o situaciones de emergencia graves en las bases y guarniciones de las FER.
"Los desperfectos que surgen son reparados por las brigadas de mantenimiento y tanto en las instalaciones como en la viviendas de los militares se mantiene el régimen de temperatura reglamentario", concluyó el mando castrense. (EFE)
