Los fieles llegaron desde las primeras horas de este jueves hasta las afueras del monasterio de São Bento, desde donde el Papa saldrá para reunirse con el presidente Lula.
Miles de fieles católicos se congregaron a primera hora de este jueves en torno al monasterio São Bento (San Benedicto), en Sao Paulo, con la esperanza de ver al Papa Benedicto XVI cuando salga para encontrarse con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las primeras personas llegaron cerca de las 05:00 horas locales (08:00 GMT), antes incluso del amanecer, dispuestos a aguantar una espera de más de cinco horas, en las que algunas se dedicaron a rezar.
La romería de fieles fue en aumento a medida que avanzaba la mañana y la calle volvía a llenarse, aunque el paso del Papa será rápido y no tendrá un contacto directo con el público.
El Pontífice llegó el pasado miércoles a Sao Paulo, donde se celebró una ceremonia de bienvenida en la que participó el presidente Da Silva.
Miles de personas siguieron, muchas de ellas visiblemente emocionadas, el recorrido del Papa por las calles de Sao Paulo en el automóvil panorámico, hasta llegar al monasterio, donde se aloja y donde una multitud lo aclamó y aplaudió tras un breve e improvisado discurso.
Tras el saludo y bendición, el cardenal Ratzinger entró en el edificio para mantener un encuentro privado con los monjes benedictinos del monasterio de São Bento, quienes interpretaron cantos gregorianos.
Dos horas después de su última aparición, un centenar de personas que aguardaban en la calle se resistían a abandonar el lugar, hasta que salió el arzobispo de Sao Paulo, Odilo Scherer, y los convenció de que era mejor volver a sus casas y guarecerse del frío.
La temperatura cayó bruscamente y rondó los 10 grados, un nivel muy bajo para esta época del año y para lo habitual en Sao Paulo, una ciudad que no está preparada para el frío.
A primera hora de este jueves, los termómetros marcaban una subida hasta los 13 grados, y el sol hacía una tímida aparición después del aguacero del miércoles.
El Papa tenía previsto celebrar una misa privada, a la que nadie ajeno al monasterio o a la curia podía asistir, y a las 10:30 horas locales (13:30 GMT, 09:30 de Chile) debe dirigirse en automóvil al Palacio de Bandeirantes, sede del gobierno estatal, donde será recibido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. (EFE)
