Benedicto XVI subrayó que se necesita una asistencia "oportuna" de la comunidad internacional, ante los millones de afectados registrados en el continente en las últimas semanas.
El papa Benedicto XVI pidió este domingo que no falte una "ayuda oportuna y generosa de la comunidad internacional" para los damnificados por las inundaciones en varios países del sudeste asiático.
Después del tradicional rezo del Angelus, celebrado en la residencia veraniega de Castel Gandolfo, el Papa subrayó su "profunda participación en el dolor de las poblaciones afectadas" por las inundaciones, que han causado "numerosas víctimas y dejado a millones (de personas) sin techo".
El Papa pidió que "no falte a nuestros hermanos y hermanas la ayuda oportuna y generosa de la comunidad internacional".
Además, invitó a las comunidades eclesiales a que recen por las víctimas y "apoyen las iniciativas de solidaridad promovidas para aliviar el sufrimiento de tantas personas duramente afectadas".
Benedicto XVI, comentó el Evangelio de este domingo y explicó que éste invita a pensar "en la vida del mundo que vendrá" y a vivir "de manera sabia y previsora, a considerar atentamente nuestro destino, es decir, las realidades que llamamos últimas: la muerte, el juicio final, la eternidad, el infierno y el paraíso".
El Papa indicó que "precisamente así" se vive "en responsabilidad con el mundo" y se construye "un mundo mejor".
Benedicto XVI pidió a la virgen María que ayude a los fieles "a no olvidar" que en la tierra se está "de paso", y les enseñe a prepararse para encontrar a Jesús.
Durante su tradicional saludo en lengua española, el Papa dijo a los peregrinos que el Señor les invita "a tener una actitud vigilante" en su vida cristiana.
Además, pidió a la Virgen que "nos ayude a profundizar nuestro trato con Cristo en la oración para que, llenos de esperanza, aumente nuestra fe y se fortalezca nuestro amor". (EFE)
