"Percibí que quería saludarme y que se esforzaba por decir aunque sea una palabra, pero no lo hizo. Me hablaba con esa mirada sonriente y serena", dijo el purpurado que el viernes visitó a Juan Pablo II.
El cardenal Mario Francesco Pompedda, presidente de la Signatura Apostólica (Casación vaticana), aseguró que nunca olvidará la "mirada dulce" de Juan Pablo II, a quien pudo visitar el viernes en su departamento del Vaticano.
"Llegué poco después del mediodía y me recibió monseñor (Dziwisz) Stanislao (secretario privado de Juan Pablo II). Al atravesar el corredor para ir hacia la habitación del Santo Padre nos detuvimos un momento en la capilla para rezar", relató Pompedda.
Según la descripción del purpurado, "el lecho del Papa estaba casi en el medio de la gran habitación. Un lecho grande con cobertor blanco. Todo era blanco. El Papa estaba tendido. Junto a él había dos médicos que preparaban medicinas y de frente, en dos sillones, una monja y el secretario".
"Tenía los ojos un poco entrecerrados, pero no estaba dormido. Cuando le dijeron mi nombre, abrió los ojos del todo. Quedé atrapado por la belleza de esa mirada sonriente. Quería claramente que supiera que me reconocía. Percibí que quería saludarme y que se esforzaba por decir aunque sea una palabra, pero no lo hizo. Me hablaba con esa mirada sonriente y serena", señaló en una entrevista concedida a el diario La Repubblica. (Agencias)
