El Papa siguió la misa de Jueves Santo por televisión

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Autor: Cooperativa.cl

Estaba previsto con anterioridad que el Sumo Pontífice no acudiera a la homilía, con objeto de favorecer su recuperación tras la operación de traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero.

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La tradicional Misa Crismal del Jueves Santo se desarrolló en la Basílica de San Pedro con la ausencia del Papa, convaleciente tras la operación de traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero, quien siguió la ceremonia por televisión.

 

El cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos, fue el encargado de oficiar en nombre del Papa esa misa, que marca el comienzo del Triduo Pascual y las conmemoraciones religiosas de la Semana Santa.

 

En un mensaje enviado a la ceremonia y leído por el cardenal Re, Juan Pablo II señaló que la estaba viendo por televisión y que se unía "espiritualmente a ustedes, que están congregados en esa celebración", al tiempo que aprovechó para enviar un saludo a los religiosos de todas las diócesis del mundo.

 

Ya estaba previsto con anterioridad que Juan Pablo II no acudiera a esta misa, con objeto de favorecer su recuperación, que los médicos vaticinan lenta, aunque se esfuerzan por rebajar el nivel de preocupación general acerca de su evolución.

 

"Con esta celebración litúrgica conmemoramos el día en el que Cristo comunicó a los Apóstoles su sacerdocio. Nosotros revivimos esos momentos de espiritual intimidad que Jesús compartió en la última cena con sus amigos en la vigilia de su pasión, muerte y resurrección", dijo el Pontífice en el mensaje leído por el cardenal.

 

Durante la homilía, el cardenal Re aludió a la ausencia física del Pontífice en la basílica, aunque "está más presente que nunca en esta misa y queremos agradecer el testimonio que nos da con su ejemplo de sereno abandono a Dios que lo relaciona con el misterio de la Cruz".

 

La misa de este jueves supone el comienzo de los ritos propios de la Semana Santa y durante la misma se lleva a cabo la bendición de los llamados Santos Oleos, que son lo que se emplean para ungir a los que se bautizan, a los que se confirman y para la ordenación

sacerdotal. (EFE)

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