El sacerdote jesuita resaltó la apertura al mundo a través de los medios de comunicación que logró el fallecido Pontífice.
El sacerdote jesuita, Felipe Berrios, manifestó que el gesto más audaz del fallecido Papa Juan Pablo II fue cuando "pide perdón a la humanidad por los pecados de la Iglesia".
Berrios consideró -en conversación con El Diario de Cooperativa- que este actuar "en vez de empequeñecer a la Iglesia, la limpia y la prepara para el tercer milenio".
"Creo que ahí nos liberó a (los miembros de) la Iglesia Católica de ciertas culpas que arrastrábamos y pidió perdón y creo que, al pedir perdón, preparó a la Iglesia como misionera para abrirse al tercer milenio", sostuvo.
El religioso destacó que Juan Pablo II tampoco tuvo miedo "de conversar con gente que era abiertamente distinta en la maneras de pensar, como Fidel Castro, ir a (países de la ex) Unión Soviética o su acercamiento a China, tan audaz como eso fue el atreverse a pedir perdón por los errores de la Iglesia".
Por otra parte, Berrios manifestó que el Pontífice "usó lo que había empezado a preparar Juan XXIII y Pablo VI, una apertura al mundo, y él lo supo canalizar y usar los medios de comunicación".
"A veces los sacerdotes no nos dirigimos con muy buenas palabras a los medios de comunicación, somos más bien reacios, le tenemos como miedo a los periodistas, y yo creo que en eso Juan Pablo II fue un maestro, o sea supo que los medios de comunicación eran lenguaje actual para llegar a la gente", afirmó.
Berrios resaltó el hecho de que el fallecido papa "sabía mirar las cámaras, sabía usar los micrófonos, sabía llegar a hacerse cercano a toda la gente de todas las condiciones a través de los medios".
"Creo que, por primera vez, nosotros veíamos un Papa de que reía, que abrazaba a la gente, que besaba a los niños, que tocaba a los enfermos, que se movía, que viajaba", afirmó.
Agregó que "los jóvenes veían a alguien que era audaz, que estaba lleno de gestos y que era capaz de decir lo que pensaba y decirlo con cariño, un hombre que hacía un esfuerzo por hablarle a cada uno en su idioma, no sólo en su lenguaje sino en su idioma de lo que estaba sintiendo, lo que estaba viviendo y eso yo creo que lo hizo muy cercano a los jóvenes (...) lo hizo una persona muy humana".
Por lo mismo, el sacerdote manifestó: "Compadezco al próximo que va a reemplazar a Juan Pablo II, porque pocas veces se da un Papa que tiene tantas cualidades carismáticas en él. Habla 14 idiomas, es atleta, tiene una capacidad -no nos olvidemos que fue actor- de comunicación con su mirada, con sus gestos tremenda".
Sin embargo, Berrios señaló que "el mejor homenaje que le podemos hacer a Juan Pablo II, más que llantos y recuerdos bonitos, la mejor muestra de cariño hacia él es queriendo lo que él más quería que era su Iglesia, entonces se tiene que mostrar en nuestra fidelidad total y nuestro cariño al próximo Papa que lo reemplace".
Con respecto a la elección del próximo jefe del Vaticano, el religioso aseguró que en esos casos "funciona el Espíritu Santo, que va a ayudar y va a iluminar como lo hizo con Juan Pablo II".
