El testamento del fallecido Papa -que los cardenales conocieron bajo secreto- no contenía instrucciones para variar la tradición católica que ubica los restos de los pontífices en la cripta de la Basílica de San Pedro.
El Papa Juan Pablo II será enterrado en las Grutas Vaticanas, según informó el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, quien dio a conocer detalles de los acuerdos que adoptaron los 65 cardenales ya presentes en Roma para las exequias del Pontífice.
Según varios expertos en temas religiosos, los restos del Karol Wojtyla reposarán en el mismo lugar donde estuvo enterrado durante 30 años el beato papa Juan XXIII, a pocos metros de la tumba del Apóstol Pedro, el primer jefe de la Iglesia Católica.
Aunque en un principio no se descartó que el cuerpo de Juan Pablo II pudiera ser llevado a Cracovia, en su Polonia natal, los últimos deseos del Pontífice no variaron la tradición vaticana.
Los restos de Juan XXIII, fallecido en 1963, fueron trasladados desde las grutas el 3 de junio del año 2001 hasta la Basílica de San Pedro, pocos meses después de ser beatificado.
Juan Pablo II, su gran admirador, decidió llevarlos al altar de San Jerónimo para permitir un mayor flujo de fieles devotos, pero además porque Juan XXIII admiraba a los padres de la Iglesia y a ese santo en concreto y, de hecho, cuando entraba al templo el primer sitio al que se dirigía era a ese altar.
Conociendo el amor que sentía por Juan XXIII, no era de descartar que quisiera reposar en el mismo sitio donde estuvo el "Papa Bueno". (EFE)
