El Gobierno chino rompió su silencio y condicionó la reanudación de relaciones diplomáticas a que la Santa Sede rompa los lazos con Taiwán y a un compromiso de no interferencia en sus asuntos internos y religiosos.
El Gobierno de China, uno de los pocos países junto con Rusia que el Papa nunca pudo visitar, expresó este domingo su deseo de que el sucesor de Juan Pablo II mejore las relaciones entre el Vaticano y Pekín, informó el ministerio de Asuntos Exteriores chino.
"Esperamos que bajo el papado del sucesor de Juan Pablo II se creen condiciones favorables para mejorar la relación entre China y el Vaticano", declaró el portavoz Liu Jianchao a través de un comunicado publicado este domingo en el sitio web de la cancillería.
"Sentimos pena por la muerte de Juan Pablo II", empieza la nota. "Los católicos chinos, a través de su Asociación e Iglesia, enviaron un mensaje de pésame a Roma", prosiguió.
El llamado "Papa viajero" nunca pudo visitar China, pese a su deseo, por la negativa de las autoridades comunistas.
El portavoz recordó que el Pontífice pidió perdón en 2001 "por los errores cometidos por la Iglesia Católica de Roma contra el pueblo chino" durante la época colonial de principios del siglo XX.
En ese momento, el Papa "reconoció que entre Roma y los creyentes chinos hay un lazo de carácter religioso que no puede dañar la unidad del pueblo chino, su independencia ni su soberanía", agregó Liu.
El Ministerio de Exteriores condicionó la reanudación de relaciones diplomáticas con el Vaticano a que la Santa Sede rompa los lazos con Taiwán y reconozca sólo al Gobierno chino como único legítimo, y a un compromiso de no interferencia en los asuntos internos y religiosos del gigante asiático.
'Queremos mejorar la relación con el Vaticano a partir de esos dos principios', reiteró hoy el portavoz.
China rompió lazos diplomáticos con la Santa Sede en 1951 cuando el Vaticano excomulgó a dos obispos nombrados por Pekín y reconoció como legítimo al Gobierno de Taiwán, isla escindida del gigante asiático en 1949 y que Pekín sigue considerando parte de su territorio.
