"Estas son grandes riquezas que deben ponerse a disposición del público gradualmente", afirmó Stanislaw Dziwisz sobre los documentos del fallecido pontífice.
El arzobispo Stanislaw Dziwisz, quien fuera por largo tiempo el secretario privado del papa Juan Pablo II, afirmó este sábado que no quemó las notas del fallecido pontífice como su testamento establecía.
En declaraciones a la radio estatal polaca, el flamante arzobispo de Cracovia argumentó que los documentos contienen "grandes riquezas" y deben ser preservados.
Dziwisz, quien trabajó con el papa desde 1966 hasta su muerte, agregó que existen "bastantes manuscritos sobre distintos asuntos", pero no entregó detalles.
"Nada ha sido quemado", expresó Dziwisz. "Nada está destinado a ser quemado, todo debe ser preservado y guardado para la historia, para las generaciones futuras, cada una de las oraciones", agregó.
"Estas son grandes riquezas que deben ponerse a disposición del público gradualmente", sentenció, sin precisar cuándo o cómo planea publicar las notas.
Esta decisión de Dziwisz va en directa oposición a una anotación que en marzo de 1979 Juan Pablo realizó a su testamento, en la que afirmó que dejaría ninguna propiedad material y pedía a su secretario quemar todas sus notas personales.
En la entrevista radial de este sábado, Dziwisz sugirió que algunas de las notas pueden ser útiles para el proceso de beatificación del pontífice, tal como sus propias anotaciones personales durante el papado de Karol Wojtyla.
En mayo el papa Benedicto XVI anunció la anulación del periodo de espera de cinco años para comenzar de inmediato el proceso de beatificación de Juan Pablo II, el último paso para que éste sea declarado santo.
El viernes el papa Ratzinger designó a Dziwisz como nuevo arzobispo de Cracovia, al sur de Polonia, el mismo cargo que ejerció Juan Pablo II antes de ser electo líder de la Iglesia Católica en 1978.
Dziwisz anticipó que existe un sentimiento general de que Benedicto XVI no hará tantos viajes como su predecesor, pero que desea visitar Cracovia y la capital polaca, Varsovia. Aunque aunque aún no existen fechas definidas.
Hasta el momento el sumo pontífice sólo tiene planeado un viaje al exterior, al Día Mundial de los Jóvenes que se celebrará en Colonia, Alemania en agosto. (Agencias)
