Frente a la oposición del empresario y ecologista Douglas Tompkins a que un nuevo tramos de la Carretera Austral pase por el Parque Pumalín, de su propiedad, el ministro del Interior, Belisario Velasco, señaló la vía se construirá "por donde le convenga a Chile" y no "a algunos sectores".
En conversación con El Diario de Cooperativa desde Concepción, Velasco señaló que "si hay que expropiar, habrá un comité de técnicos y las leyes en último término, para señalar cuál es el monto de la expropiación, pero el trazado se va a hacer por donde le convenga a Chile y no a los intereses de un sector".
Además, el secretario de Estado rechazó que el camino alternativo por el litoral sea menos costoso y que haya sido desechado por el Ejecutivo para beneficiar a las empresas del sector eléctrico, tal como plantea el magnate estadounidense.
En el litoral "habría que hacer trasbordo que demoraría y si hay mal tiempo no se podría pasar", sostuvo Velasco, quien agregó que "es una solución que no resuelve los problemas de los colonos".
"El señor Tompkins siempre piensa en la tierra y en la naturaleza, que estamos todos de acuerdo que hay que cuidar, pero también primero están los seres humanos", subrayó.
Además, Velasco no atribuyó una connotación especial al gesto a favor del empresario de los senadores Ricardo Núñez, del Partido Socialista (PS), y Guido Guirardi, del Partido por la Democracia (PPD), porque "en este caso se va a aplicar la ley, y la ley obliga y sirve a todo el mundo".
El Ministerio de Obras Públicas determinó optar por construir el camino que busca dar conectividad a la provincia de Palena (Décima Región) por el interior del Parque Pumalín, que pertenece a Tompkins, y no por la ruta alternativa de la costa.
La intención del Gobierno es habilitar un camino de 64 kilómetros, para lo que se expropiará a su largo una franja de 100 metros, de propiedad del estadounidense, quien adhiere a una corriente denominada "ecología profunda", para lo cual compró miles de fundos a colonos de la zona, para dar vida al parque.
Según sus detractores, Tompkins incluso ejerció presiones económicas y hostigamiento sobre los residentes, a quienes en promedio pagó 3.000 pesos por cada hectárea. (Cooperativa.cl)