Indicaron que la comandancia en jefe del Ejército debe caer en un militar intachable.
"La sola mención en crímenes de lesa humanidad lo invalida", sostuvo la AFDD.
Los familiares de detenidos desaparecidos rechazaron el nombramiento del general Juan Miguel Fuente-Alba como nuevo comandante en jefe del Ejército, por haber participado en el capítulo "Calama" de la "Caravana de la Muerte", en el que fueron masacrados 26 presos políticos.
"La sola mención de su nombre en crímenes de lesa humanidad invalida toda posibilidad de asumir un cargo de esa responsabilidad", dijo en una declaración la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
"La comandancia en jefe del Ejército debe caer en un militar intachable, sobre el que no exista la más mínima sospecha acerca de su actuación en el período de la dictadura", añadió la entidad.
Fuente-Alba era un subteniente recién graduado en Calama cuando, el 19 de octubre de 1973, la denominada "Caravana de la Muerte", llegó a la ciudad, comandada por el general Sergio Arellano Stark, comisionado personal de Pinochet.
Un total de 26 presos políticos que estaban en la cárcel de la ciudad, algunos con cargos nimios, fueron llevados al desierto, acribillados a tiros y sus cadáveres dinamitados, para no dejar rastros.
Desconfianza
El nuevo jefe del Ejército declaró dos veces, primero como voluntario y después como inculpado en el juicio, pero nunca fue procesado por los jueces Juan Guzmán y Víctor Montiglio, que han estado al frente del caso.
El oficial dijo que ese día no estaba en Calama, sino a cargo de la vigilancia de la mina de Chuquicamata y los jueces no encontraron razones para procesarlo.
La AFDD recordó que quienes exoneraron a Fuente-Alba "fueron los mismos tribunales que negaron más de 10.000 recursos de amparo interpuestos a favor de nuestros familiares, ahora detenidos desaparecidos".
"Son los mismos tribunales que ahora aplican prescripciones y medias prescripciones en crímenes de lesa humanidad, legitimando la impunidad", dijo la declaración, en la que los familiares "exigen" la anulación del nombramiento "y la búsqueda de un nombre que no genere desconfianzas ni sospechas, como en este caso".
