El Presidente de la Cámara de Diputados expresó al timonel del máximo tribunal del país que una decisión tan trascendente no la puede tomar sólo un poder del Estado.
La reunión protocolar para presentarse como nuevo presidente de la Cámara Baja ante la máxima autoridad de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, fue aprovechada por Gabriel Ascencio para hacerle ver al magistrado su desacuerdo con la resolución que ordena cerrar los sumarios de casos de derechos humanos dentro de seis meses.
El parlamentario enfatizó que una decisión tan trascendente como esa "no se puede tomar dentro de las cuatro paredes de un solo poder del Estado, por muy superior que este sea".
El diputado Ascencio explicó en este sentido que en el marco de la discusión de la ley de empalme intentaran atenuar los efectos de la resolución de la Corte Suprema.
A juicio del parlamentario, la resolución de la Corte no constituye un punto final, puesto que da opciones a las partes para que pidan la reapertura del sumario, pero sí insistió en que el acuerdo es materia de ley y no de una resolución administrativa.
"Aquí lo que ha habido es una modificación al procedimiento penal y esas modificaciones se tienen que dar en sedes legislativas y no en el Poder Judicial", afirmó.
