Al final de la jornada judicial, la mayor parte de las peticiones para finalizar con el vínculo conyugal eran unilaterales, incluyendo un grave caso de violencia intrafamiliar.
La nueva ley de matrimonio civil entró en vigor este jueves en nuestro país con 35 demandas de divorcio, que por primera vez ha sido incorporado a la legislación chilena.
Fuentes judiciales confirmaron que en la jornada se presentaron en la Corte de Apelaciones de Santiago 35 demandas de divorcio, una anulación y una solicitud de separación.
Según datos de diversas instituciones, el universo potencial de divorciados alcanza en el país a unas 50 mil parejas que no regularizaban su situación por no poder acceder al anterior sistema de anulación, que se basaba en un fraude legal y era demasiado oneroso para los sectores de bajos ingresos.
La cifra ha entusiasmado a numerosos abogados que ofrecen por la prensa e internet llevar las demandas "a precio de ganga", pese a que según la ley, la tramitación de una demanda puede demorar hasta tres años, según los casos.
La nueva ley fue aprobada después de 10 años de debate parlamentario y con una fuerte presión de la Iglesia Católica, en un final distinto al que tuvieron decenas de proyectos que desfilaron por el Parlamento y fracasaron en los últimos 120 años.
A las pocos minutos de comenzada la atención de público en la Corte de Apelaciones se presentaron Boris Naranjo, Julio Jaramillo y Guillermina González, todos con una demanda unilateral de divorcio bajo el brazo.
Una de las demandantes, María Victoria Torres, que denunció 25 años de maltratos físicos y sicológicos por parte de su marido, llegó al tribunal acompañada de la ministra del Servicio Nacional la Mujer (Senam), Cecilia Pérez.
Según la ministra, la ley de matrimonio civil "es una señal más que hemos dado en Chile para rechazar fuertemente la violencia contra las mujeres".
"La ley de matrimonio civil le dice a la sociedad chilena que no vamos a aceptar y que, por el contrario, vamos a rechazar con fuerza la violencia", añadió.
"Hay mujeres como María Victoria que han pasado su vida no sólo sufriendo violencia sino que obligadas a seguir compartiendo su vida con su agresor", concluyó la funcionaria.
La nota curiosa de la jornada corrió por cuenta de Guillermina González, que se casó el pasado 13 de enero y que al final de ese mes ya quería separarse de su marido.
Según explicó, su pareja dilapidó en pocos días 300 millones de
pesos que ella había heredado de un hermano fallecido poco antes. (EFE-Cooperativa.cl)
