El pasado 1 de mayo, cerca de un centenar de motocicletas y buggies que participaron del rally "Desafío del Desierto 2015" causó daños en una milenaria ruta utilizada por pueblos andinos desde la época prehispánica en el Parque Arqueológico Chug-Chug, en la Región de Antofagasta.
El área arqueológica protegida es una de las tres zonas con mayor concentración de geoglifos en el mundo y durante la prueba, los competidores no cumplieron con la ruta habilitada para vehículos, pese a las advertencias del cuidador del lugar.
Según una declaración pública emitida en conjunto por las instituciones que tienen bajo su resguardo el parque y citada este miércoles por El Mercurio, los conductores se aventuraron por la zona patrimonial "dañando brutalmente las rutas caraveneras prehispánicas datadas en 4.000 años de antigüedad".
El director de la Fundación Desierto de Atacama, arqueólogo Gonzalo Pimentel, explicó que "la aridez y ausencia de lluvia en el desierto permitieron que quedara marcada la ruta hecha durante siglos" por grupos andinos, poblaciones incaicas y las huestes conquistadoras españolas.
"En un segundo las motos dañaron lo que tardó miles de años en materializarse", acusó Pimentel, quien confirmó que el hecho ya fue denunciado al Consejo de Monumentos Nacionales, a la Fiscalía de Calama y al Ministerio de Bienes Nacionales y que solicitarán una investigación a la Brigada de Delitos Ambientales de la PDI.
"Esperamos que se sancione a los responsables, pero lo más importante es que pueda normarse y regularse este tipo de carreras, resguardando y respetando nuestros lugares arqueológicos patrimoniales", concluyó Pimental.
El Consejo de Monumentos Nacionales, por su parte, oficiará a la Fiscalía y al Consejo de Defensa del Estado para denunciar este hecho y pedir que se investigue, ya que "los antecedentes técnicos recibidos dan cuenta de que el daño producido es bastante grave en términos de intensidad y magnitud".
Aunque los geoglifos ubicados en los cerros y a una distancia visible desde la citada ruta no sufrieron daños, "se vieron afectados indirectamente al ser parte del mismo conjunto arqueológico", afirmó Tomás Sepúlveda, coordinador de proyectos de la Fundación Desierto de Atacama.
Los geoglifos "se vieron afectados indirectamente".
(Foto: Fundación Desierto de Atacama)
