Algunos siguieron sus estudios y otros se mantienen cumpliendo condenas efectivas por los delitos que cometieron.
Juan Flores cumple una condena de 23 años en la Cárcel de Alta Seguridad.
Los ataques con paquetes bomba que afectaron a la 54° Comisaría de Carabineros y al ex ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, encendieron las alarmas en el Gobierno, por lo que han llamado acelerar la aprobación de la ley corta antiterrorista.
En este contexo, El Mercurio levantó este domingo un perfil con el presente de los principales actores que se han visto acusados por la manipulación de paquetes explosivos o bombas.
De acuerdo a lo informado por el matutino, algunos siguieron sus estudios y otros se mantienen cumpliendo condenas efectivas por los delitos que cometieron.
Joaquín García
Fue acusado por colocar una bomba en la Comisaría de San Miguel en 2014 y, tras dos años prófugo, fue detenido en Cañete, Región del Biobío, por lo que desde 2018 cumple una condena de 10 años. Según el rotativo, García se mantiene en contacto con sitios anarquistas.
Juan Flores
Flores cumple una condena de 23 años en la Cárcel de Alta Seguridad tras colocar elementos explosivos en un vagón del metro en Los Dominicos y en la galería Subcentro, de Escuela Militar. Según Gendarmería, se intenó fugar de Colina II junto a otros siete reos. Al igual que García, se mantiene en contacto con orgánicas anarquistas.
Luciano Pitronello
Luego de un fallido atentado en una sucursal bancaria, Pitronello perdió su mano derecha y tres dedos de la mano izquierda. Cumplió una condena de seis años de libertad vigilada. Según señaló El Mercurio, el imputado se alejó de las organizaciones anarquistas y el año 2016 dieron por cumplida su pena, dos años antes de lo establecido.
Felipe Guerra
Fue absuelto del caso Bombas I -que comenzó a gestarse en enero de 2009, cuando un supuesto grupo anarquista instaló cuatro artefactos explosivos en diversos puntos de la capital- y terminó sus estudios de profesor de Historia en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, con una tesis sobre prácticas anarquistas en la que criticó la persecución del Estado hacia estos movimientos.
En 2018 elaboró una publicación sobre movimientos sociales, que presentó al termino de su magíster de Historia en la Universidad de Santiago de Chile.
Mónica Caballero
También fue absuelta del caso bombas I y emigró a España en el 2013. En ese país fue condenada por colocar una bomba en Zargoza y finalmente, la justicia española decretó su expulsión.
Actualmente reside en Chile desde 2017 y se encuentra en libertad, debido a que no tiene cargos en su contra.
