Con esta iniciativa, se arriesgan penas de tres a cinco años.
Además, se establecen medidas de seguridad obligatorias para los dispensadores.
La Cámara de Diputados aprobó este jueves el proyecto que aumenta las penas al delito de robo de cajeros automáticos con el presidio menor en su grado máximo, es decir, de tres años y un día a cinco años.
La iniciativa legal fue aprobada por 46 votos a favor, 24 en contra y cuatro abstenciones quedó lista para que sea promulgada por el Ejecutivo.
Con ello, se modificará el Código Penal estableciendo que quienes incurran en el robo con fuerza de cajeros automáticos, o de dinero y valores contenidos en ellos, serán sancionados con penas más duras.
El texto legal añade que el concepto de fuerza incluye cuando se ingresa al lugar por una vía no destinada para ello; por el forado o rompimiento de la pared o techos; por la fractura de puertas o ventanas; o haciendo uso de llaves falsas o verdaderas que hayan sido sustraídas; además del uso de ganzúas u otros instrumentos que permitan el ingreso al lugar; y al daño que se provoque al cajero automático
Adicionalmente, el Ministerio del Interior regulará las medidas mínimas de seguridad para los cajeros, las que deberán ser cumplidas por las entidades bancarias responsables del dispensador.
