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Los Amarillos se lanzan como "partido continuador de lo realizado por la Concertación"

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Autor: Cooperativa.cl

El movimiento fundado por Cristián Warnken durante el proceso constituyente se declara una tienda "moderna", mas no "sin historia", de "pensamiento progresista y humanista".

Aboga por reformas graduales en vez de "revolución", por un "Estado democrático y social de derecho" y manifiesta rechazo absoluto a la violencia.

Los Amarillos se lanzan como
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La colectividad presenta este viernes sus primeras 100 firmas de militantes, entre las que figuran varios representantes de los gobiernos concertacionistas; "los 20 años de mayor avance económico y social de la historia de Chile, con errores y límites, por cierto, como toda obra humana".

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El movimiento "Amarillos por Chile", fundado por el escritor Cristián Warnken y surgido durante el proceso constituyente como una articulación contraria a la propuesta de la Convención Constitucional, finalmente oficializa este viernes el inicio del proceso para constituirse como un partido político.

El colectivo presentó hoy, a las 17:00 horas, las primeras 100 firmas de militantes, entre ellos varias figuras de la extinta Concertación de Partidos por la Democracia, que gobernó Chile durante los primeros 20 años tras el retorno a la democracia, y de cuyo legado quiere ser "continuador".

Se incluyen en el listado varios que fueron personeros emblemáticos de la Democracia Cristiana durante los gobiernos concertacionistas, como Soledad Alvear, José Pablo Arellano, Álvaro Clarke, René Cortázar, Gutenberg Martínez y Jorge Burgos.

También resaltan los exsenadores Fulvio Rossi (ex-PS) y Eugenio Tuma (ex-PPD), el otrora secretario general de la DC Moisés Valenzuela, el ex-DC y otrora presidente de Metro de Santiago Clemente Pérez y el exministro y ex-PR Isidro Solís, entre otros.

La directiva del partido quedó conformada por Warnken, el diputado Andrés Jouannet (ex-DC), Pilar Peña, Gonzalo Roja-May, Lucía Morales, Paola Marín, Fernando Guipoulou, Sergio Solis, Eduardo Jara, Gabriela Ruitort y Bernardita Soto.

Hasta hace algunas semanas, la opción de formarse como partido era un tema que rondaba fuerte en el movimiento, y una que en marzo habían negado: "Existen variadas teorías conspirativas sobre los amarillos (...) ¿Queremos constituirnos en un Movimiento o Partido? Ni con flecos", afirmó entonces el colectivo a través de Twitter.

"Estoy como Hamlet, ser o no ser (partido)", expresó, ya después del plebiscito de salida, el propio Warnken en Cooperativa.

El camino, finalmente, lo llevó a impulsar el tránsito de movimiento a partido político, para lo cual, además, dio a conocer la declaración de principios, con siete puntos que fundarán el marco de acción de la futura tienda.

PARTIDO "MODERNO" Y "CONTINUADOR DE LA CONCERTACIÓN"

El partido "Movimiento Amarillos por Chile", como se denomina, apuesta a llenar "un espacio reformista y de moderación democrática, abandonado por los partidos de centro izquierda cuando abrazaron posiciones radicalizadas y alianzas con fuerzas maximalistas".

Se define como "un partido moderno, no burocrático, que usará las nuevas tecnologías para estar en permanente consulta con sus adherentes, y recoger las más amplias visiones que surjan en la vida social".

"Sin embargo, no somos un partido sin historia: nos consideramos continuador, ante los nuevos desafíos históricos, de lo realizado por la Concertación de Partidos por la Democracia, que condujo de forma exitosa la salida de la dictadura y dirigió al país durante los 20 años de mayor avance económico, social de la historia de Chile, con errores y límites, por cierto, como toda obra humana", enfatiza.

LA REFORMA POR SOBRE LA REVOLUCIÓN

Se declara también como un partido "democrático y reformador que aspira a contribuir a que Chile sea una República organizada en base a los principios y mecanismos del sistema democrático representativo; que garantice altos niveles de igualdad para todos sus habitantes y donde se respeten irrestrictamente los derechos humanos y las libertades individuales en todo tiempo y lugar; con un sistema económico que garantice un desarrollo integral e inclusivo, que permita a todas las chilenas y chilenos un grado de bienestar compatible con su dignidad como ser humano; y, asegurando un sistema de oportunidades para que cada ciudadano pueda desarrollar sin trabas todas sus capacidades en la vida (...) en una sociedad solidaria en donde nadie vivirá por debajo de un mínimo de bienestar".

En ese sentido, demarca que la vía "para avanzar de manera persistente hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y fraterna, propia de una democracia más exigente" es el de la "reforma", rechazando de plano el de la "revolución".

"Si observamos el mundo moderno, los países que han logrado mayores éxitos, tanto en bienestar en las condiciones materiales de existencia, como en la construcción de una convivencia social más igualitaria y, con un alto nivel de respeto a los derechos humanos y al ejercicio de las libertades individuales, vemos que son aquellos que se han desarrollado a través de reformas graduales y no a través de procesos revolucionarios", sostiene, a la vez que advierte que "todas las revoluciones contemporáneas han concluido en dictaduras, y ninguna ha logrado el bienestar y la igualdad".

PROGRESISTAS, CRÍTICOS DEL "MERCADO-CENTRISMO" Y A FAVOR DE LA PLURICULTURALIDAD

Entre los principios, también remarca que el partido abogará por la existencia de "un Estado democrático y social de derecho; igualdad ante la ley; separación efectiva de los poderes públicos; autonomía del poder judicial; del poder legislativo y del poder ejecutivo; así como también de las instituciones autónomas; respetuoso de la libertad de expresión; y, la responsabilidad y el rendimiento de cuentas de quienes gobiernan".

Igualmente considera que en su composición como colectivo "se expresa el virtuosismo de un Chile integrado, soberano y que se define como un solo país, como una sola nación, y en función de aquello asumimos en propiedad la pluriculturalidad que hemos heredado de tiempos ancestrales".

Por otro lado, reconoce "la importancia del mercado como una herramienta indispensable para el desarrollo", para también se declara "crítico de las visiones mercado-céntricas de corte ultraliberal, que plantean el empequeñecimiento máximo del Estado y de la sociedad civil (...) concepciones que conducen fatalmente a sociedades desiguales, pues si bien el capitalismo es un factor de gran dinamismo para el desarrollo económico, genera estructuralmente desigualdades: por ello, para lograr un desarrollo equilibrado, es necesario conjugar el rol del Estado, del Mercado y de la Sociedad Civil en sus múltiples expresiones asociativas y comunitarias".

"El mercado no se autorregula; abandonado a una pura lógica del beneficio provoca graves crisis sociales", sentencia.

En cuanto a las ideas, el movimiento expone que se inspira "en largas tradiciones de pensamiento progresista, humanista y democrático, entre ellos el pensamiento social demócrata que surgió del movimiento obrero a fines del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa, adoptando la democracia como valor permanente en las luchas por una mayor justicia social; el social cristianismo que reconcilia la democracia con el progreso social y que juega un rol pionero en el pensamiento reformador; y, en el liberalismo social que une las instituciones del liberalismo histórico a la perspectiva del cambio social", todas las cuales, afirma, "se encuentran en la creación del Estado de bienestar en Europa después de la Segunda Guerra Mundial".

PROMOVER AMPLIOS ACUERDOS

En su declaración de principios el futuro partido rechaza "la cultura de la cancelación", a la que tacha como "uno de los peligros más preocupantes para el desarrollo y fortalecimiento de la democracia y el pensamiento libre, especialmente en las universidades, el mundo de la cultura y la política de nuestro tiempo", por lo que "debemos hacer todos los esfuerzos para erradicarla y enfrentarla con decisión".

"Su práctica es una expresión inquisitorial de intolerancia y fanatismo, los antivalores por esencia de las ideas que fundan nuestro movimiento", continúa, comparando que el colectivo "nació desde la sociedad, ante el silencio de muchos y como expresión del sentimiento ciudadano".

En ese marco, la tienda "quiere contribuir promoviendo amplios acuerdos", al tiempo que puntualiza que "no promete un paraíso; no pretende tener un modelo perfecto de felicidad; ni quiere imponer una sola visión de Chile, sino que invita a la ciudadanía a construir gradualmente y con esperanza un Chile más próspero, más igualitario, más libre y más justo, donde el bien común sea siempre nuestro norte orientador".

De acuerdo con La Tercera, "Amarillos por Chile" espera entregar la escritura de constitución la próxima próxima semana al Servicio Electoral, organismo que deberá revisar que el movimiento cumpla los requisitos necesarios para formarse como partido. Con todo ello, si todo sale según lo planeado, la agrupación cree que podría recibir la luz verde durante la primera quincena de octubre.

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