Atochamientos y largas colas marcaron el último día de inscripción en los registros electorales

Largas colas, atochamientos y malestar de los asistentes marcaron el domingo el último día legal para la inscripción en los registros electorales, que, como nunca en los últimos meses, se vieron llenos de gente dispuesta a realizar el trámite.

El punto más álgido se vivió en la junta inscriptora de Irarrázaval, en Ñuñoa, donde incluso tuvo que intervenir personal de Fuerzas Especiales para desalojar a las enfurecidas personas.
 
Esperas de hasta seis horas debieron sufrir los miles de chilenos que se acercaron ayer, ya sin margen de tiempo, a cumplir el trámite, y que debieron enfrentarse además a discriminaciones por el trato preferencial para algunas personas, según se denunció, por ejemplo, en la junta inscriptora de Manuel Montt.

Esperas de varias horas y molestia de los ciudadanos fueron escenas repetidas en varias comunas. (Foto: UPI)

 
El panorama no fue distinto en Santiago Centro. En la junta inscriptora de Santo Domingo la fila se extendía por varias cuadras y quienes deseaban adquirir su derecho a voto reclamaron por el poco personal que estaba atendiendo y que, virtualmente, redundó en un colapso del local.
 
Los ciudadanos alegaron también por la falta de claridad respecto de la hora de cierre de las juntas, que el Servel dispuso para las 19:00 horas, y que excepcionalmente se prorrogó hasta la noche, con repartición de tickets entre las personas que estaban hasta esa hora en la fila, y que, para variar, se indicó que no alcanzaron para todos.