El candidato UDI se mostró menos beligerante que en ocasiones anteriores, pero recalcó sus posturas valóricas y políticas, las que consideró no influyen en la superación de la desigualdad, que pasa sólo por medidas económicas.
El postulante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) a la Presidencia de la República, Joaquín Lavín, cambió el libreto de "gallo de pelea" que usó en el primer debate presidencial -el 19 de octubre pasado- y optó por intentar erigirse, sin mucho éxito, como el factor de unidad en la Alianza en el segundo foro que reunió a los cuatro aspirantes a La Moneda.
Con algunos gestos que rayaron en lo infantil -como apuntar con un dedo a sí mismo cuando fue enfocado durante una alocución de de Sebastián Piñera- y el uso de un "cartelito" para dar cuenta de los "500 robos y asaltos" registrados en el país durante los 90 minutos que duró el programa de televisión, el ingeniero comercial intentó recuperar parte del protagonismo que parece haber perdido en manos de la carta de Renovación Nacional (RN).
Joaquín Lavín escogió iniciar su participación en el debate de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) con una mención a la manifestación "pacífica y alegre" que en las afueras de CasaPiedra hicieron integrantes del proyecto "Un techo para Chile", a quienes el candidato de la UDI comprometió su apoyo, porque los campamentos "son parte de este Chile al que no le ha tocado".
Con un traje oscuro y corbata roja, y tras ocupar parte de los segundos asignados para su respuesta, Lavín respondió la primera pregunta, hecha por el periodista Libardo Buitrago (%i%MEGA%i), quien cuestionó a los abanderados sobre la relación con Perú.
"La ley que aprobó Perú vale cero para nosotros", sentenció el candidato presidencial de la Unión Demócrata Independiente (UDI) sobre la ley que aprobó el Congreso limeño, que redefine sus límites marítimos, superponiendo su territorio a mar nacional.
El Presidente Ricardo Lagos debe tener plena conciencia de que tiene el apoyo de todo el país para defender en las instancias correspondientes la soberanía de Chile.
Respecto al ingreso al país de Alberto Fujimori Fujimori, el ex alcalde enfatizó que el Gobierno perdió la oportunidad de expulsarlo, por "descoordinación" que existió en el Ejecutivo. Sin embargo, recalcó que él no lo habría expulsado y su apuesta sería un proceso de extradición, tal como se materializó.
"Lo único que cabe es que los tribunales hagan su tarea", expresó Lavín, quien subrayó que "las inversiones entre los dos países y el comercio entre los dos países es absolutamente necesario", lo que obliga a ser "muy cuidadosos", tanto en Chile como en Perú.
Para Joaquín Lavín, el sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP) -que el pasado martes mostró una baja de seis puntos en la adhesión de Michelle Bachelet- prueba que "la elección está totalmente abierta" y la derecha tiene una opción real de llegar a La Moneda.
"Creo que si nosotros lo hacemos bien, si trabajamos en unidad y si somos socios con Sebastián Piñera, tal como siempre yo lo he dicho, uno de nosotros dos va a ser el próximo Presidente de Chile", respondió el economista a Iván Núñez (Chilevisión).
El mensaje del estudio, agregó Lavín, es que la UDI y él personalmente tiene que "trabajar a fondo las tres semanas que quedan", principalmente en los "sectores populares", donde puede crecer su votación.
"Hay un voto escondido, siempre a mí me ha ido mucho mejor en las elecciones que en las encuestas, hay gente que se queda calladita y al final se manifiesta: Joaquín Lavín. Voy a pasar a segunda vuelta y voy a ganar la elección presidencial", sentenció.
El abanderado del gremialismo declinó considerar que el mismo sondeo CEP lo ubique como el tercero en la carrera presidencial, tras Bachelet y Piñera, porque tiene "un empate técnico" con el empresario.
"Estoy convencido de que voy a pasar a segunda vuelta", evento que es "una nueva elección", concluyó Lavín.
"La promesa esencial de la Concertación, que era 'Crecer con Igualdad', no se cumplió, esa es la verdad, y cuidado, porque cuando estamos en el país de las desigualdades, si éstas no se corrigen a tiempo se termina en el país de las odiosidades", auguró Joaquín Lavín al ser consultado por cómo plantea, con un Producto Interno Bruto (PIB) proyectado de más de 100.000 millones de dólares, superar la exclusión de diversos sectores sociales.
Lavín señaló que con un precio del cobre de casi dos dólares por libra, la pregunta real es "qué esperamos para solucionar los problemas sociales".
Apuntando a un bolsillo de chaqueta, en un ademán de sacar algo, el gremialista dijo tener un "folleto de campaña de Ricardo Lagos", el que prueba -dijo- que el actual Gobierno no ha cumplido sus promesas: "Este Chile es el mismo de antes y siento que eso es lo que está haciendo que Michelle Bachelet esté cayendo en las encuestas. La gente se da cuenta que eso no se cumplió y que se necesita un cambio".
La prioridad debe ser dar trabajo a las mujeres y jóvenes, "luego, las pequeñas y medianas empresas, que son las que dan trabajo", expresó, pero consultado si su postura en pro de la superación de la exclusión, basada únicamente en términos económicos, deja de lado las marginaciones políticas que genera el sistema binominal, que su partido y él se ha negado a modificar en el Congreso, Lavín afirmó enfático que "no tiene absolutamente nada que ver".
"Estos son temas económicos y sociales, esto otro es un tema que tiene que ver con los partidos políticos, con cuántos candidatos a diputados y senadores se eligen por cada lado. Siento que es un sistema que le ha dado estabilidad a Chile, pero personalmente no tiene nada que ver, a mi juicio, con la resolución de los problemas sociales", afirmó el ex funcionario de la dictadura de Augusto Pinochet.
"Quiero decirle una cosa a Michelle: Michelle, yo jamás he dicho que esté todo malo, al contrario, siempre reconozco que hay un Chile bonito (...) pero yo quiero ser Presidente de Chile para los que no les ha tocado, para los excluidos siento son una gran mayoría", dijo Joaquín Lavín, aprovechando su tiempo para enrostrar a la candidata presidencial de la Concertación un comentario suyo sobre la "negativa" visión que la derecha daba a conocer sobre el país.
Ya hablando sobre la relación que algunas personas hacen entre cesantía e inmigración, así como el riesgo de que esto derive en tensiones sociales, el postulante UDI destacó que "los inmigrantes peruanos no tienen nada que ver con que haya 600 mil cesantes en Chile. A los inmigrantes peruanos hay que tratarlos como cualquier chileno si es que están legalmente en el país, y así lo hice yo como alcalde de Santiago".
"El problema de la cesantía en Chile no es problema de los inmigrantes peruanos ni tampoco es problema per se, como dice Tomás (Hirsch), del modelo económico. Es problema de que no se aplican las medidas adecuadas para dar trabajo", agregó.
Lavín demandó que "renegociemos las deudas, saquémoslas de Dicom, hagamos que el Banco del Estado sea el banco de las pymes (pequeñas y medianas empresas), demos incentivos tributarios", para concluir que no ve riesgos de explosiones xenofóbicas.
Joaquín Lavín, haciendo una declaración de principios, definió que la discusión de un matrimonio entre homosexuales es "tema de creencias personales", y de hecho asoció diversos problemas sociales a los grupos que no comparten su fe, son agnósticos o ateos.
"Creo en Dios, tengo fe. Más aún, creo que debería haber más Dios en la sociedad chilena. Pienso que a veces muchos de los problemas que una sociedad tiene: violencia intrafamiliar, embarazo adolescente, drogas, son consecuencia de la ausencia de Dios en la vida de las personas", dijo.
El miembro del conservador grupo católico Opus Dei agregó que "para mí, el matrimonio es hombre y mujer. Hombre y mujer los creó, y conmigo que no se equivoque nadie, conmigo no va a haber aborto, conmigo no va a haber matrimonio homosexual".
Lavín afirmó que la exclusión de los homosexuales del matrimonio civil no se puede comparar, como reprochó Tomás Hirsch, con la negativa de sectores conservadores y de derecha a aprobar, décadas atrás, el voto de la mujer.
"Muy distinto es que a lo mejor una pareja homosexual, que está conviviendo, tenga derechos de herencia, cosas de ese tipo, con contratos que ya se pueden hacer hoy día, pero matrimonio entre dos hombres o matrimonio entre dos mujeres, para mí, no", concluyó.
El mundo globalizado y los tratados de libre comercio (TLC) son algo en lo que Lavín dijo creer, pero descartó de pleno plantear un aumento de impuestos para compensar las rebajas de aranceles que los TLC consideran, sobre todo porque "el Gobierno tiene hoy día demasiada plata".
"Me parecen bien los tratados de libre comercio, pero cuidado (...) hay que proteger a ciertos sectores. Uno, la agricultura. La agricultura ha sido negativamente afectada por los tratados de libre comercio, esencialmente por el Mercosur: Argentina nos está haciendo trampa en el Mercosur, está violando nuestras bandas de precios", agregó, para concluir que "en mi gobierno, el Mercosur se renegocia sí o sí, tal como está ahora no puede seguir".
Los TLC, destacó, "no pueden ser sólo para los grandes (…) necesitamos que las pequeñas y medianas empresas se integren a los tratados de libre comercio".
"Aquí nosotros tenemos que unir a la Alianza, no dividirla. Tenemos que ser socios de verdad, si lo hacemos bien, uno de los dos puede ser Presidente de Chile, o sea, Lavín y Piñera unidos, si lo hacemos bien, jamás serán vencidos", dijo Lavín en un nuevo "robo" de segundo al ser consultado sobre cuál era la idea más original y la más demagógica de sus adversarios.
A reglón seguido, y aún sin responder la pregunta de Mauricio Bustamante (TVN), apuntó a Bachelet, a quien dijo que "la jubilación para la dueña de casa se puede hacer, no es demagogia y no es con aporte de las familias, es aporte tripartito (...) con aportes del Estado, con aportes de la empresa en que trabaja el cónyuge o el marido o con aportes también de la propia familia, puede ser".
Cuestionado sobre si no se reconocía demagogo al firmar el cuerpo de una dependiente de un céntrico café o por haber navegado frente Arica durante el punto más álgido del impasse con Perú, el ex alcalde dijo "lo de firmar la pierna fue una cosa humorística", mientras que en el mar, sólo quiso decir con fuerza que todos estaban detrás del Presidente Lagos en el tema.
Reclamando la ausencia de preguntas sobre delincuencia, Joaquín Lavín exhibió, aunque recalcó que "aquí no se deja mostrar nada", un papel en el que escribió "500", el número de robos y asaltos ocurridos durante el debate en el país.
"Mano dura con los delincuentes y esta otra mano, más dura todavía y un corazón grande, pero un corazón grande para las víctimas de la delincuencia", ensalzó el ex jefe comunal, quien expresó tener "claros los temores de los chilenos", también en temas de trabajo, salud y educación.
"Quiero decirle primero a Sebastián, Sebastián que la gente decida el 11 de diciembre, con toda libertad, quién de nosotros dos pasa a segunda vuelta y cuenta siempre con un pacto de apoyo mutuo", señaló Lavín al abrir su minuto de libre disposición.
Chile es, según el UDI, un país para enorgullecerse, pero "sería mejor si no gobernaran siempre los del mismo lado", por lo que "esa es la decisión de diciembre".
"No tengo ningún interés económico ni ningún interés partidista que defender, me interesa Chile, voy a gobernar con la selección nacional, con los mejores, hagamos el cambio ahora", concluyó Joaquín Lavín Infante. (Cooperativa.cl)
