Ya pasó un año de la tragedia carretera de Paposo y la investigación aún no concluye

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Veinte pasajeros y el chofer de una máquina de Turbus perdieron la vida al desbarrancarse y caer más de 30 metros en la comuna de Taltal.

Familiares de las víctimas fatales y sobrevivientes de aquél viaje conmemoraron el hecho y exigieron mayor celeridad a la justicia.

La Fiscalía señala que la epidemia de coronavirus incidió en la lentitud de las diligencias: ahora sólo falta un informe del Dictuc de la Universidad Católica.

Ya pasó un año de la tragedia carretera de Paposo y la investigación aún no concluye
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Esta semana se cumplió un año de uno de los accidentes carreteros más trágicos del último tiempo en Chile, ocurrido el 1 de diciembre de 2019 en el kilómetro 3 de la Ruta B-710, en la Cuesta Paposo, en Taltal, donde un bus de la empresa Turbus se accidentó cayendo por un barranco de entre 30 y 40 metros, dejando 21 personas fallecidas y una veintena de heridos.

Familiares y amigos de las víctimas fatales, además de los propios sobrevivientes de la tragedia, piden justicia y exigen saber qué ocurrió esa fátidica noche, en la que un viaje desde Antofagasta a Ovalle con parada en Taltal les cambió la vida.

"Recuerdo ese accidente como un hecho muy violento, inesperado y a la vez muy trágico, una experiencia que los que sobrevivimos recordaremos por mucho tiempo, especialmente por los famiares de los pasajeros que perdieron la vida", señaló a Cooperativa Regiones Jorge Orellana, uno de los pasajeros sobrevivientes, cuya recuperación física tardó alrededor de seis meses.

"El sentimiento, como sobreviviente de este accidente, es de lentitud por parte de la justicia, lentitud por parte del Estado, ya que sólo en las últimas semanas ha habido intervención en el lugar por parte del MOP, pero ha pasado un año y no tenemos aún resultado de la investigación", contó el afectado.

Incidencia de la epidemia

La investigación se inició a pocas horas de ocurrido el accidente, para lo cual se conformó un equipo multidiciplinario con ingenieros y oficiales de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), especialistas en aspectos viales, mecánicos, GPS y otros factores.

El fiscal Roberto Castro explicó que en el mes de marzo concurrió personal de Brasil a periciar la caja de cambios de la máquina, para determinar si tuvo algún grado de incidencia este elemento en el accidente.

A ello se sumó un peritaje privado a cargo de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Dictuc) de la Universidad Católica, cuyos fondos fueron aprobados por la Fiscalía en mayo.

"En atención a la situación de pandemia que afecta al país, y en particular las cuarentenas, peritos de la unidad indicada no pudieron concurrir al retén de Baquedano donde se encuentra la máquina, dligencia que recién se pudo llevar a cabo en el mes de octubre", explicó Castro.

El informe del Dictuc es la única diligencia pendiente para que la SIAT pueda emitir el informe final, para evitar contradicciones entre los diferentes elementos de la investigación.

Conmemoración

En recuerdo de las víctimas fatales y de la tragedia, se realizó una procesión hasta el lugar del accidente, donde hubo una liturgia y fueron colocados arreglos florales y soltados al viento 21 globos blancos.

En la ceremonia participó el párroco David Barril y la pastora de la iglesia bautista Rosa Almendares, el alcalde Sergio Orellana, familiares y amigos de los fallecidos y sobrevivientes del accidente.

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