Raúl Schüler "nunca supo ni sospechó el origen ilícito de las piezas de arte" de su parcela

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Autor: Cooperativa.cl

La defensa del empresario respondió, con llamativos argumentos, a la demanda del CDE.

Rechazó que se le considere un "coleccionista sofisticado, experto en arte y antigüedades", pues es apenas "un agricultor", sin profesión ni mayores estudios.

El Consejo de Defensa del Estado le exige más 485 millones de pesos por el daño patrimonial causado.

Raúl Schüler
 ATON (Archivo)

De las 102 piezas encontradas en poder de Schüler, 56 poseen categoría de Monumento Nacional.

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El empresario Raúl Schüler presentó su contestación a la demanda del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que pide una indemnización de perjuicios por un monto superior a 485 millones de pesos, por el daño ocasionado a piezas que poseen categoría de Monumentos Nacionales. 

A fines de septiembre el Estado de Chile, a través del CDE, interpuso una demanda contra el empresario que busca la indemnización económica y condena por el daño del patrimonio intangible.

Esto porque, argumentó el CDE, 56 de las 102 piezas en poder de Schüler y que fueron incautadas en su casa en San Francisco de Mostazal, Región de O'Higgins, poseen categoría de Monumento Nacional.

Schüler contestó

Ante el 29º Juzgado Civil de Santiago el empresario presentó su contestación a la demanda, donde negó ser un "coleccionista sofisticado, experto en arte y antigüedades e inmerso en un gran círculo de coleccionistas", como dijo el CDE, según consignó La Tercera, y la defensa apuntó que Schüler no cuenta con una profesión o estudio, sino que es "un agricultor". 

"El demandado nunca supo ni sospechó que el origen de las piezas de arte pudiese ser ilícito. Tampoco tenía cómo ni por qué saberlo. De hecho, esta pieza (Estatua La Industria), al igual que las demás, se mantuvo expuesta a la vista de todos", agrega la defensa. 

Además, se culpó al Estado por una "falta de servicio", ya que -a su juicio- el Consejo de Monumentos Nacionales y el Gobierno Regionales no persiguieron la sustracción de las piezas de arte, lo que habría ocurrido anterior a su compra. 

"No puede así pretenderse que nuestro representado supiera o haya debido saber el origen ilícito de piezas adquiridas en el comercio formal y autorizado por la autoridad competente", añadió y sostuvieron que "si se reducen o no piezas originales, hurtadas o robadas, es el Estado de Chile quien debe velar por su recuperación y retiro del comercio".

Finalmente, se argumentó que Schüler siempre compró en "comercios establecido y pagando con cheques debidamente documentados en la más absoluta buena fe y en completo desconocimiento que las mismas podrían si quiera tratarse de Monumentos Históricos, Públicos o Arqueológicos".

 

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