La Seremi de Salud del Biobío inició una investigación epidemiológica.
La principal sospecha está en las condiciones del agua de un estanque apartado de la red de Essbio.
Los menores consultaron en los distintos centros de salud comunal.
Un brote de gastroenteritis registrado entre el 23 y el 25 de septiembre afectó a 51 estudiantes y dos asistentes de aula del colegio Madre Paulina, de Chiguayante, aparentemente, por el consumo de agua de un estanque apartado de la red de agua potable que presentaba deficiencias sanitarias.
Todos los afectados consultaron en los distintos centros de salud comunales y según precisó el seremi de Salud del Biobío, Héctor Muñoz, "los que se han confirmado con problemas de vómitos, diarreas, problemas estomacales, principalmente corresponden a niños de Segundo Básico".
En cuanto a las causas, Muñoz agregó que "tenemos hipótesis, y una de las que tenemos con mayor fuerza, es que tenemos un dispensador o estanque de agua en el mismo colegio, que no viene directamente del suministro de Essbio y que estuvo cerca de nueve días sin funcionamiento, y nosotros medimos el agua y estaba muy cerca del límite de cloro residual mínimo establecido".
Al lugar llegó la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) para fiscalizar el proceso de producción de toda la red, el agua potable que salía de los estanques y también al interior del colegio.
Rodrigo Riquelme, agente zonal de la SISS en el Biobío, dijo que "en todos estos puntos de fiscalización, pudimos constatar que el agua cumple con la norma chilena 409, particularmente en el parámetro de cloro libre residual y, por lo tanto, nosotros descartamos que el agua distribuida por red fuera el causante de esta situación".
