Esto luego de que fuera aprobado un artículo que obliga a los sacerdotes a llevar los casos de abuso sexual a la Justicia.
La Iglesia Católica volvió a reafirmar su rechazo al proyecto que pretende establecer la obligación a los religiosos de denunciar ante la justicia los casos de abuso sexual a menores, sin excluir los testimonios en secreto de confesión.
El administrador apostólico de Santiago, Celestino Aós, aseguró que si un poder solicita romper el silencio, se está cometiendo "el peor de los abusos".
El sacerdote sostuvo que "cuando un fiel se acerca a confesarse, se acerca a ponerse en relación directa con Dios y eso es inviolable, eso es sagrado. Eso no tiene ningún modo de transarse con ninguna autoridad humana".
"Cuando un poder quiere vulnerar la conciencia de una persona estamos ante el peor de los abusos que pueda cometerse", enfatizó el administrador apostólico.
Aós añadió que "si usted está arrepentido y, sobre todo, si es inculpado un inocente", se le debe decir a la persona "'usted tiene que dar esta muestra de que efectivamente está arrepentido haciendo que no se produzca esta injusticia'", pero no se puede ir directamente a la justicia a denunciar el caso.
El sacerdote Celestino Aós argumentó que "nadie puede obligar a un sacerdote a quebrantar el secreto de confesión", mientras que se espera que en los próximos días la Conferencia Episcopal firme el convenio de colaboración con la Fiscalía Nacional en materia de delitos sexuales.
Red de Sobrevivientes: "Aós ya está demostrando que es un encubridor"
Frente a las declaraciones del administrador apostólico de Santiago, el vocero de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, Helmut Kramer, sostuvo que esto demuestra que, para la Iglesia, el secreto de confesión ha servido para ocultar información y que se ha terminado protegiendo a los abusadores.
"Me parece que este caballero (Aós) ya está demostrando claramente que es la tercera persona a cargo del obispado de Santiago que es un encubridor, porque ha encubierto y él lo sabe. Ha sido denunciado desde el día en que asumió en redes sociales y que para él lo peor que puede pasar es que toquen el secreto de confesión, siendo que lo peor que pasó es que hayamos sido nosotros abusados", criticó.
Mientras que el experto en historia de la Iglesia Católica, Marcial Sánchez, dijo que la posición de Aós es lógica en el sentido de que vulnerar el secreto de confesión podría llevar a la expulsión del religioso.
Incluso, advirtió que la ley podría resultar en letra muerta: "Por una parte, el Estado de Chile puede, a la luz de la Cámara de Diputados, hacer lo que está haciendo, pero también la Iglesia Católica tiene otra potestad con respecto a su derecho canónico de casi aplicar letra muerta".
"Aplicar letra muerta en cuanto a que los sacerdotes van a tener la opción, obviamente, de no dar cuenta o no vulnerar, de acuerdo al derecho a mantener silencio por un secreto de confesión, porque sino excomunión", detalló.
Sánchez señaló que "lo interesante acá es que resulta que al levantar esta ley existe la posibilidad que algún sacerdote vea que efectivamente el caso puede ser tan deleznable que efectivamente, a la luz de lo que él supo en el secreto de confesión, podría ayudar".
