La vocera Mónica Molina dijo que "no fuimos víctimas solo de la negligencia de una empresa que construyó mal un edificio".
Afirmó que no se debe esperar "que sean las autoridades del Gobierno las que delimiten planes de trabajo".
La Fundación Alto Río tiene preparada una ceremonia a las 20:00 horas en el lugar donde estaba emplazado el edificio.
En el cuarto aniversario del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010 en la Región del Biobío, la Fundación Alto Río, organización creada por ex propietarios de la destruida torre, insisten en que no solo fueron víctimas de la naturaleza, sino que del "abandono" de las autoridades.
Su vocera Mónica Molina manifestó que, a fin de cuentas, es la sociedad la que debe generar el cambio para estar mejor preparados con una cultura sísmica que, pese a los esfuerzos, no se ha instalado.
"No fuimos víctimas solo de la negligencia de una empresa que construyó mal un edificio, además somos víctimas del abandono de las autoridades de la época", manifestó.
Molina expresó que "nuestras familias fueron lo suficientemente resilientes para organizarse y autogestionarse la solución a sus problemas más complejos y es por eso que, a propósito de esas reflexiones y esas experiencias, surge el trabajo de la fundación".
"Son las familias las que tienen que estar preparadas y no esperar que sean las autoridades del Gobierno las que delimiten planes de trabajo", indicó.
La Fundación Alto Río -al igual que todos los años- tiene preparada una ceremonia a las 20:00 horas en el lugar donde estaba emplazado el edificio. La iniciativa se suma la marcha que realizarán comités de damnificados de Chiguayante, Concepción y Talcahuano por el centro de la capital regional.
Además, alrededor de las 12:00 horas tuvo lugar una velatón en el frontis de la Catedral de Concepción para recordar a las víctimas del 27-F, que en la Región del Biobío dejó 138 víctimas fatales.
