Guillermo Ramírez recalcó que la gente se siente protegida frente a saqueos.
Los uniformados son aplaudidos en sus recorridos por las poblaciones.
Entre las filas castrenses apostadas en la Región del Biobío evalúan positivamente el actual estado de la relación con el mundo civil, al punto que establecen un antes y un después desde la entrada en vigencia del toque de queda que puso fin a saqueos en la zona, tras el terremoto del 27 de febrero.
"Creo que la inmensa mayoría está muy contenta con el hecho de que nosotros estemos acá", dijo el general Guillermo Ramírez.
"La verdad dicho sea de paso, es que muchos incluso solicitan un mayor tiempo de queda porque ven que hay un amparo, una protección, lo que les permite bajar este nivel de inquietud que están viviendo cada una de las familias y regresar prontamente a la vida normal", indicó.
No es extraño ver que los militares sean recibidos con aplausos cuando ingresan a poblaciones en las que tradicionalmente las fuerzas del orden no tenían una buena llegada.
Este martes ya se aprecia una mayor normalidad entre la comunidad, tras la reducción del toque de queda -que ahora rige entre las 21:00 y 06:00 horas- lo que permitirá que muchas personas retomen sus trabajos en las provincias de Arauco, Biobío, Concepción y Ñuble.
