Los jefes comunales de Puente Alto y Peñalolén detallaron los serios problemas que viven sus sectores con el plan maestro del Gobierno, aunque difirieron en su nivel de optimismo.
El alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, y su colega de Puente Alto, Manuel José Ossandón, detallaron los serios problemas que viven los habitantes de sus comunas debido a las deficiencias del Transantiago.
En conversación con El Diario de Cooperativa, ambos ediles, a cargo de populosos sectores de la capital, denunciaron que uno de los principales inconvenientes es la imposibilidad de llegar a recintos asistenciales debido a fallas en la implementación de los recorridos.
Claudio Orrego, militante de la Democracia Cristiana (DC), detalló que el pasado martes hizo una fiscalización en terreno y determinó que aunque las frecuencias correspondían a lo prometido por los operadores, aún así existen muchos sectores en que esto no ocurre.
El jefe comunal de Peñalolén reiteró su llamado a la intendenta de Santiago, Adriana Delpiano, a que es necesario implementar sistema de geoposicionamiento satelital (GPS, por su sigla en inglés) en los buses, para que sea Transportes el responsable de la fiscalización.
En tanto, el alcalde de Puente Alto señaló que su comuna ya cuenta con 630.000 habitantes, por lo que la situación es muy crítica.
El militante de Renovación Nacional (RN) fue radical al señalar que la determinación de los recorridos en el Transantiago no fue algo que se hiciera con la participación de los alcaldes.
"Nosotros advertimos lo que iba a pasar con lo que nos mostraron, y las mallas de los recorridos no la hicieron con los municipios", afirmó.
Ossandón, más duro en su postura que Orrego, señaló que "está claro que aquí hay un problema estructural", añadiendo que en su comuna es imposible llegar directamente al Hospital Sótero del Río, por lo que todo esto tiene un gran "costo social".
En tanto, Orrego señaló que lo principal está en la información a los vecinos y "no se saca nada con implementar sino hay fiscalización adecuada", pero que es evidente que el Transantiago a la larga "será un aporte a la calidad de vida de los vecinos".
En tanto, Ossandón manifestó que "la decisión política de transformar el transporte público de Santiago fue buena y valiente, la critica mía es que esto en vez de tecnificarse, se politizó".
Finalmente, Orrego señaló que su intención es colaborar, porque "hay que hacer que esto resulte", mientras que su colega recalcó que se trata de un objetivo común, pero "que no se laven las manos como Poncio Pilato". (Cooperativa.cl)
