Más de 3.500 pequeños empresarios de las "micros amarillas" solicitaron una indemnización al Estado por los perjuicios que sufrirán en febrero próximo, cuando entre en operaciones íntegramente el plan Transantiago.
El diputado de la Democracia Cristiana (DC) Carlos Olivares presentó las demandas de los privados, quienes se declararon imposibilitados de entregar compensaciones a sus trabajadores cuando cesen sus servicios, debido al negativo impacto que ha tenido el proyecto de transporte.
"El Transantiago, que hasta ahora no ha traído ningún mejor servicio, tiene un costo social del que el Gobierno tiene que hacerse cargo", señaló.
El parlamentario acusó que la alta base de licitación puesta por el Estado "permitió esta situación" y anunció que recurrirá a los ministerios de Transportes y Trabajo para buscar una salida al conflicto.
Por su parte, el empresario Simón Plaza -uno de los afectados- emplazó a la Presidenta Bachelet a encontrar una solución.
"A mí me van a echar las máquinas, me van a cesar del trabajo, y si el Gobierno y la señora Bachelet me están cesando del trabajo, ella tendrá que responder por los trabajadores que hay que echar", sostuvo.
Plaza se quejó que "tengo 10 trabajadores y deudas con el Servicio de Impuestos Internos, como 35 millones de pesos", lo que no le permitiría cancelar las indemnizaciones.
Similar es la situación de Francisco Guzmán, quien adeuda 50 millones de pesos y -afirmó- no tiene cómo responder.
"Cuando partió esto (el Transantiago) en octubre pasado quedé con tres buses afuera, y ahora tengo dos buses operando", lo que aumentó una deuda de 45 millones de pesos que hasta entonces "mantenía bien" con dos entidades financieras distintas.
En otro caso, la empresaria Paula Aliar declaró que después de adquirir 120 cobradores automáticos en 2001, sólo conserva 38 de las máquinas trabajando porque el resto fue sacado de circulación.
La marcha blanca de Transantiago se pospuso en mayo pasado hasta el 10 de febrero de 2007, debido a algunos incumplimientos de los operadores privados con la infraestructura tecnológica de los buses, así como el atraso en obras viales comprometidas por la autoridad.
La primera fase del plan comenzó en octubre de 2005, con la incorporación de nuevos buses, principalmente articulados, pero que hasta ahora cumplen con los mismos recorridos licitados años atrás para las "micros amarillas". (Cooperativa.cl)