Un vuelo de la compañía española Iberia entre Madrid y Santiago de Chile salió este domingo con más de 14 horas de retraso, por lo que aterrizará en el aeropuerto capitalino a las 21:30 horas (01:30 GMT).
El avión que trasladaba a 240 pasajeros frustró su despegue, lo que obligó a la intervención de los bomberos del aeropuerto madrileño de Barajas para enfriar los neumáticos del tren de aterrizaje.
Fuentes de Iberia señalaron que el avión tuvo que frustrar el despegue cuando rodaba hacia la cabecera de pista, por lo que los pilotos realizaron una fuerte frenada que afectó a los neumáticos del tren de aterrizaje, que tienen un sistema de desinflado automático en estos casos.
Según Iberia, "en ningún momento salieron llamas de los neumáticos y los bomberos lanzaron espuma para enfriarlos, debido al calentamiento que sufrieron con la frenada", sin embargo, pasajeros y testigos aseguraron que vieron fuego y humo saliendo de las ruedas.
Fuentes aeroportuarias indicaron que el avión Airbus 340 frustró el despegue porque cuando rodaba para efectuar esta maniobra se encendieron unos pilotos en la cabina de la aeronave que avisaban del calentamiento de los motores.
Los viajeros criticaron la actuación de la compañía por la descoordinación y falta de información. "Hemos perdido distintas conexiones en Chile y aquí no nos han resuelto nada. Nos remiten al aeropuerto de destino", comentaron.
El vuelo 6835 entre Madrid y Santiago despegó de Barajas a las 14:30 hora local (12:30 GMT). (EFE)