Al menos 25 muertos en bombardeos entre el Ejército y paramilitares en Sudán

Los ataques "mutuos" hicieron del domingo uno de los días más sangrientos de la guerra, estallada a mediados de abril.
Los ataques "mutuos" hicieron del domingo uno de los días más sangrientos de la guerra, estallada a mediados de abril.
El conflicto se inició luego de que hombres de la tribu Salamat le robaran un auto a uno de los Beni Halba, lo que desencadenó una seguidilla de choques armados.
Organizaciones internacionales manifestaron preocupación que se torné a una guerra civil.
El Ejército bombardeó posiciones de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) con artillería pesada, además del registro de enfrentamientos con todo tipo de armas.
"La guerra es testigo de un cambio sin precedentes, con el uso de armamento pesado y artillería de largo alcance en zonas pobladas", afirmó la agrupación civil.
Aviones de combate sobrevolaron esta mañana varios distritos del norte y el centro de la capital, donde se han escuchado sonidos de fuertes explosiones.
Enfrentamientos similares se produjeron en las áreas de Al Gaba, en oeste de la ciudad, mientras que Um Durman, al sur, fue escenario de "explosiones sucesivas".
Los menores de 65 años fueron llamados a reintegrarse de forma "voluntaria" a las filas del Ejército, en medio de la cuarta jornada de la tregua mediada por Arabia Saudí y EE.UU.
Enfrentamientos con paramilitares dejan ya 709 muertos y 5.424 heridos.
El Ejército y las fuerzas paramilitares ya firmaron un acuerdo de principios que permite el flujo de ayuda y protege a los civiles.
Como mediador, Arabia Saudita espera que estos diálogos lleven a abordar "un cese permanente de las hostilidades".
“La situación en Sudán se tambalea hacia la catástrofe y los niños están cada vez más atrapados en el fuego cruzado”, dijo Catherine Russell, la directora ejecutiva del organismo.
El Ministerio de Salud sudanés realizó un balance de 550 civiles fallecidos y casi 5.000 heridos.
"Milicias sin control y bandidos vagamente afiliados (a los bandos en combate)" sustrajeron la ayuda humanitaria destinada al país, al borde de la guerra civil.
Se trata de hechos ocurridos en dos ciudades del sur de Darfur, una de las regiones más afectadas por la violencia.
El país africano, azotado por el enfrentamiento entre el Ejército regular sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, vive su segundo día de tregua de 72 horas.
Según el gobierno, "hay calma en todos los estados excepto en Jartum y Darfur Central".
La entidad manifestó su preocupación por el impacto inmediato y a largo plazo que dejará el conflicto armado en el país africano y también en la región.
Ante esto, anunció envío "inmediato" de su jefe humanitario y coordinador de ayuda para emergencia.
El sindicato de médicos de Sudán alertó de que hay "escasez aguda" de material sanitario y de personal.
Además advirtieron de la falta de pasos seguros para que las ambulancias puedan atender a los heridos.
En un comunicado, las Fuerzas Armadas indicaron que esto se logró con la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudí para "calmar la situación".
Además, expresaron que "esperan que los rebeldes cumplan esta vez con los requisitos y no la violen como sucedió las últimas veces", en referencia al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Se estima que más de 8,5 millones de menores necesitan ayuda humanitaria, en un país que sufre una de las tasas más altas de desnutrición infantil en el mundo.
Las ONG temen además "el reclutamiento y la utilización por fuerzas y grupos armados, así como la violencia sexual" contra los menores.
La ACNUR prometió que se aumentará el apoyo para que los respectivos gobiernos se preparen para recibir a un mayor número de refugiados.
Hasta el momento, alrededor de 20.000 sudaneses han escapado hasta Chad, donde los recursos son muy limitados.