Un grupo de científicos mexicanos emplea los propóleos, una sustancia que producen las abejas, para combatir las caries y estudia si sirven para controlar la hipertensión, reveló este lunes la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los propóleos son un compuesto de cera elaborado por las abejas para tapar fisuras en sus colmenas a base de compuestos aromáticos, ceras, flavonoides, terpenos, alcoholes y polen, explicó la UNAM en un comunicado.
José Fausto Rivero Cruz, de la Facultad de Química, y los médicos veterinarios zootecnistas Angel López Ramírez y Adriana Correa Benítez son los responsables de la investigación, cuyo objetivo también es fomentar el uso y aprovechamiento de un "recurso desperdiciado" en México.
En efecto, los investigadores de la UNAM estiman que en México sólo se obtienen seis toneladas anuales de propóleos, si bien se considera que el país es el sexto productor de miel en el mundo.
Los científicos probaron los efectos de los propóleos sobre los microorganismos que causan las caries -Porphyromonas gingivalis y Streptococcus mutans- y ya han podido aislar algunos compuestos que sirven para combatir ese problema dental.
Algunos compuestos actúan sobre las encimas "glicosiltransferasas de Streptococcus mutans", responsables del incremento en la producción de la capa dentobacteriana, y otros han inhibido el crecimiento de las bacterias en diferentes concentraciones.
Contra la hipertensión
El estudio de los beneficios de los propóleos para controlar la hipertensión, en cambio, marcha más despacio.
Con apoyo del Gobierno de la capital mexicana, los investigadores desarrollan un proyecto para determinar el efecto cardiovascular de los compuestos de propóleo, ya que "en otros países son empleados para beneficio de quienes padecen problemas de circulación, cardiacos, o hipertensión", dijo.
Para ello, los expertos deberán primero separar los compuestos con procedimientos químicos y evaluar la respuesta biológica, y después, en colaboración con la Universidad Autónoma de Querétaro, harán pruebas con la aorta aislada de ratas.
Posteriormente, lo suministrarán de manera oral a algunos roedores para conocer sus efectos sobre la presión arterial.