El Premio Chapultepec 2010 recayó en José Miguel Vivanco, director para América Latina de Human Rights Watch.
El funcionario fue reconocido por su defensa de la libertad de expresión.
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| Vivanco mostró una fuerte postura crítica al Gobierno de Hugo Chávez. |
En la ocasión, el organismo denunció la gravedad de las violaciones a la libertad de prensa que se cometen en el continente, especialmente en Venezuela y Cuba, así como la persistente oleada de asesinatos contra periodistas.
Vivanco también centró sus críticas en el Gobierno de Hugo Chávez, que -recordó- lo expulsó de Venezuela en septiembre de 2008 tras presentar un informe en el que acusaba el "crecimiento de la intolerancia y de las violaciones a los derechos humanos en ese país".
El representante criticó la inexistencia de un poder judicial independiente del Ejecutivo e indicó que uno de los grandes problemas en Latinoamérica es "la proliferación de líderes elegidos democráticamente que tratan inmediatamente de rehacer las reglas del juego político, en vez de someterse a las reglas ya establecidas".
Como un signo esperanzador, el funcionario citó la decisión de la Corte Suprema de Colombia de negar la reelección del presidente Alvaro Uribe, "lo que demuestra la salud de las instituciones democráticas colombianas".
La concesión del Gran Premio Chapultepec estuvo precedida de un acalorado debate sobre el informe de la SIP acerca de la situación de la libertad de prensa y expresión en Venezuela al intervenir varios representantes de medios que apoyaron la política gubernamental del presidente Hugo Chávez. El documento puso de manifiesto que la libertad de prensa y de expresión en Venezuela sigue en franco deterioro y que "la prensa independiente de Venezuela enfrenta un inminente peligro de colapsar y desaparecer ante el sabotaje económico del Gobierno de Chávez".
