La oposición británica apeló al sentido de responsabilidad de Channel 4 para no exhibir un programa que narra los intentos por salvar la vida de Diana.
La oposición conservadora británica solicitó a la emisora Channel 4 que no ponga al aire el documental que muestra crudas imágenes del accidente automovilístico en el que pereció la princesa Diana de Gales.
El responsable de Cultura del Partido Conservador, Hugo Swire, apeló al sentido de la responsabilidad de la dirección del medio, para que se abstenga de emitir el programa, que será estrenado el próximo 6 de de junio.
"Diana: The witnesses in the tunnel" ("Diana: El testigo en el túnel") incluye una serie de imágenes captadas por los fotógrafos franceses que perseguían a Diana, de 36 años, y a su novio de origen egipcio, Dodi Al Faye, de 42, y que fueron testigos del accidente, ocurrido el 31 de agosto de 1997 en un túnel parisino junto al Sena.
Según el dominical The Observer, en el documental se ve una foto en la que un médico francés trata de administrar oxígeno a la princesa así como otras imágenes del interior del Mercedes Benz en el que viajaba la pareja y que se estrelló contra una pared del túnel.
El diputado conservador recordó a Channel 4 que Diana de Gales era no sólo una madre sino también una figura pública, y que este tipo de cobertura debe resultar angustiosa para sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique.
Un portavoz de Channel 4 defendió, sin embargo, la emisión del programa por el "interés público existente" en torno a las circunstancias del accidente, y explicó que se había tenido cuidado de evitar "toda intrusión injustificada en la intimidad de las familias".
En 2004, el hermano de la fallecida princesa, lord Spencer, expresó su disgusto por la difusión de fotografías de Diana moribunda en un programa que la cadena de televisión estadounidense CBS.
Una investigación de Scotland Yard sobre lo ocurrido llegó a la conclusión de que la princesa y su novio murieron accidentalmente y atribuyó el suceso a la velocidad del vehículo y al hecho de que el conductor, Henri Paul, igualmente fallecido, había bebido más de la cuenta.
Sin embargo, el padre del novio, Mohamed Al Fayed, dueño de los almacenes Harrods de Londres, sigue aferrado a la teoría de que Diana y su hijo fueron víctimas de una conspiración del más alto nivel. (EFE)
