Uno de cada tres pacientes con insomnio padece un problema de salud mental
Así afirmó un estudio español presentando este jueves.
El 31 por ciento de los pacientes consume ansiolíticos.
Así afirmó un estudio español presentando este jueves.
El 31 por ciento de los pacientes consume ansiolíticos.
Uno de cada tres pacientes que sufren de insomnio padece un trastorno de salud mental, especialmente depresión, según un estudio presentado en el XXX Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar, que se celebra en la ciudad de Valencia.
La coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina Familiar (semFYC), María Jesús Cerecedo, considera que se trata de una cifra "alarmante" que requiere la atención de todos los profesionales implicados en el tratamiento de trastornos del sueño.
Según Cerecedo, aunque el insomnio suele ser habitual en los cuadros depresivos, no todas las personas que padecen insomnio tienen necesariamente una depresión.
La doctora Cerecedo añade que el insomnio es uno de los problemas más frecuentes en las consultas de medicina familiar y, aunque puede afectar a cualquier persona, es más frecuente en mujeres, ancianos y personas que viven solas.
Las situaciones estresantes, como el cambio de turnos en el trabajo, el consumo de medicamentos y sustancias excitantes, el tabaco o problemas económicos pueden contribuir a que aparezca este trastorno.
Según el estudio, realizado en 420 pacientes en el centro de salud en Cataluña, el 31 por ciento de los pacientes con insomnio consume ansiolíticos, lo cual "no es malo, siempre que se haga bajo prescripción médica".
"Los hipnóticos o tranquilizantes han de utilizarse durante periodos cortos, desde unos pocos días hasta dos semanas, con una duración máxima de cuatro, o en momentos puntuales", aclaró Cerecedo, quien precisó que el tratamiento farmacológico sólo está indicado cuando otras medidas no son suficientes.
El estudio explicó que el insomnio tiene efectos negativos en la salud, entre ellos, el deterioro de la capacidad de atención, la memoria y el estado de ánimo, y puede llegar incluso a causar accidentes laborales, domésticos y de tráfico, y reducir "de manera significativa" el rendimiento laboral.