Según el diario The Guardian, el MI6 suministró la droga a varias personas sin que éstas lo supieran para probar si podía servir durante los interrogatorios.
La agencia de espionaje británica MI6 hizo probar LSD a varios militares para experimentar sus poderes hipnóticos en plena Guerra Fría, una década antes de que esa sustancia alucinógena se popularizara entre los hippies.
Según informa este sábado el diario The Guardian, la intención de los servicios de espionaje del Reino Unido era descubrir si el LSD podía convertirse en una "droga de la verdad" con la que hacer hablar a detenidos durante los interrogatorios.
El MI6 suministró el ácido a mediados de los años 50, al menos, a tres militares británicos sin que ellos lo supieran, pues pensaban que estaban recibiendo una sustancia para curar el catarro común.
Uno de ellos, Eric Gow, acaba de recibir confirmación oficial de que los servicios de espionaje le dieron LSD, en un vaso de jerez, cuando tenía 19 años y era un técnico de radio de la Royal Navy, en 1954.
Otro militar, Don Webb, tomó el ácido en 1953, cuando también tenía 19 años, y de inmediato vio "cómo se derretían las paredes, aparecían grietas en las caras de la gente, se podían ver sus calaveras y los ojos se caían hacia las mejillas, el tipo de caras de Salvador Dalí", según relató al diario británico.
El abogado de ambos militares, Alan Care, pidió al MI6 que divulgue todos los documentos relacionados con este caso y amenazó con la posibilidad de plantear una demanda legal.
"Claramente estos hombres fueron engañados y sometidos a pruebas inmorales de LSD", afirmó el letrado.
Según The Guardian, los experimentos fueron paralizados por el MI6 porque se temió que el ácido podía producir tendencias suicidas.
A mediados de los años 50 también la agencia de espionaje estadounidense CIA suministró LSD a varios individuos, como medio de experimentar el posible control de las personas y contrarrestar los avances soviéticos en las técnicas del lavado de cerebro. (EFE)
