El foco que fue descubierto en una granja del sur del país llevó a la Unión Europea a prohibir las importaciones de las aves vivas, huevos, carne y otros productos procedentes del área afectada.
Las autoridades de Sudáfrica anunciaron este miércoles que sacrificarán cerca de 2.000 avestruces para cortar un brote de gripe aviar que fue detectado a comienzos de julio en una granja del sur del país.
James Kitching, veterinario jefe de la provincia de Western Cape, donde se detectó el brote, informó de que ya han sido sacrificados centenares de estas aves, que llegarán a dos mil al final de la campaña.
El veterinario calificó esa última cantidad como pequeña ya que equivale a las aves que regularmente entran en un matadero por semana.
Sudáfrica, el primer productor mundial de carne de avestruz, sacrifica anualmente unas 300.000 avestruces, cerca del 80 por ciento del total mundial. El sector genera anualmente unos 150 millones de euros en ingresos.
La cepa de la gripe aviar descubierta en una granja próxima a la población de Mossel Bay es la variante H5N2, que pese a ser mortífera para las aves, afecta muy poco a los seres humanos, a diferencia de la H5N1.
En julio de 2004 fue descubierto otro brote de gripe aviar y hasta agosto del año siguiente las exportaciones quedaron interrumpidas, hasta que fue controlada la epidemia. Las pérdidas alcanzaron los 75 millones de euros.
El pasado 7 de julio, tras conocerse la existencia de un nuevo brote, la Unión Europea prohibió las importaciones de avestruces vivas, huevos, carne y otros productos de esas aves procedentes del área afectada por la gripe aviar, pero no del resto del país.
La carne de avestruz en muy apreciada en el mercado europeo por su bajo contenido de colesterol.
Las autoridades esperan completar el sacrificio de todas las aves que pueden estar potencialmente afectadas por el virus antes de que termine esta semana, agregó el veterinario jefe de Western Cape.
Las primeras granjas de avestruces fueron establecidas en Sudáfrica en 1864. En 1913 la industria tuvo su momento de gloria, gracias a las exportaciones de plumas, cuando llegó a convertirse en la cuarta fuente generadora de riqueza del país, después del oro, los diamantes y el algodón.
La producción, sin embargo, cayó después de la I Guerra Mundial, y las plumas de avestruz comenzaron a perder valor.
Actualmente, hay más de quinientas granjas en todo el país y la industria emplea a unos 20.000 trabajadores. (EFE)
