Washington confirmó nuevo caso de mal de las "vacas locas"
Departamento de Agricultura de EE.UU. afirmó que la carne contagiada no entró a la cadena alimenticia y que los consumidores pueden confiar en la calidad de los productos de origen animal.
Departamento de Agricultura de EE.UU. afirmó que la carne contagiada no entró a la cadena alimenticia y que los consumidores pueden confiar en la calidad de los productos de origen animal.
Las autoridades de Estados Unidos detectaron un segundo caso del mal de las "vacas locas", que afectó a un animal cuya carne "no entró en la cadena alimenticia", informó el secretario de Agricultura, Mike Johanns.
"Los resultados confirman la presencia" de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) en el animal, anunció Johanns durante una conferencia de prensa.
Estados Unidos ya detectó otro caso de ese mal en diciembre de 2003, en una res procedente de Canadá, tras lo cual intensificó los controles sanitarios sobre las vacas que llegan a los mataderos.
"Los estadounidenses tienen todos los motivos para seguir confiando en la calidad de nuestra comida", expresó Johanns.
No obstante, el Departamento de Agricultura reconoció que aún no se sabe a qué rebaño pertenecía la vaca, que llegó al matadero en noviembre de 2004.
La variante humana de la EEB, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, es incurable y hasta la fecha ha cobrado la vida de 150 personas en todo el mundo, principalmente en Reino Unido, donde se produjo un brote importante en la década pasada.
Los tejidos de la vaca en cuestión fueron analizados antes que se vendiese su carne, porque antes de ser sacrificada no podía sostenerse por sí misma en pie, uno de los síntomas de una posible infección de EEB.
El análisis inicial dio un resultado incierto y una segunda prueba dio negativa, pero el último examen, realizado esta semana en un laboratorio especializado de Weybridge, en Reino Unido, dejó claro que el animal sí estaba enfermo, explicó el departamento de Agricultura.
La vaca nació en Estados Unidos antes de agosto de 1997, cuando el Gobierno prohibió usar la mayoría de los tipos de carne de mamífero para la elaboración de piensos para rumiantes. Esta práctica es la fuente principal de aparición de la EEB.
El descubrimiento del primer caso confirmado de esta enfermedad en Estados Unidos hizo que numerosos países prohibieran la compra de carne de res estadounidense.
Algunos de ellos, como Japón, que había sido un importante mercado para ese producto, aún no han levantado las restricciones. (EFE)