La derrota ante los Sixers impidió que pudieran equiparar el mejor registro en calidad de local.
Sin embargo, se consolidaron como el primer clasificado de la liga en el término de la temporada regular.
La caída de Cleveland Cavaliers en el Quicken Loans Arena marcó el final de la temporada regular de la NBA, donde el quinteto comandado por Lebron James no pudo igualar el mejor registro histórico en calidad de local.
Todo parecía que estaba listo para conseguirlo, pero el entrenador de los Cavaliers, Mike Brown, decidió darle descanso a la gran estrella, el alero James, y los Sixers de Filadelfia, en tiempo de prórroga, se impusieron por 110-111.
La derrota dejó a los Cavaliers con marca de 39-2 en su campo y sin batir la de todos los tiempos que establecieron los Celtics de Boston en la temporada de 1985-86 con 40-1, pero más descansados para cuando comiencen el fin de semana la eliminatoria de la primera ronda contra los Pistons de Detroit.
Mientras que los Sixers, con su triunfo, y la derrota de los Bulls de Chicago por 98-109 ante los Raptors de Toronto, quedaron sextos y tendrán de rivales en la fase final a los Magic de Orlando, que también ganaron 98-73 a los eliminados Bobcats de Charlotte.
