El púgil asiático Choi Yoi-sam fue desconectado del respirador artificial que lo mantenía con vida, luego que el miércoles los médicos lo declararan en estado de muerte cerebral.
El boxeador surcoreano Choi Yoi-sam, que sufrió un derrame cerebral el 25 de diciembre tras ganar un combate, falleció en la madrugada de este jueves después que los médicos desconectasen las máquinas que lo mantenían con vida desde entonces.
Choi, que llevaba nueve días en coma, había sido declarado el miércoles en estado de muerte cerebral y, pasada la medianoche, fue retirado del respirador mecánico.
Posteriormente los doctores de un hospital de Seúl realizaron una operación para extraer sus órganos, ya que la familia había expresado su intención de donarlos.
La familia había pedido además a los médicos que el deportista fuese desconectado este jueves, un día después de cumplirse 12 años del fallecimiento de su padre, para evitar la coincidencia del aniversario.
Choi, de 34 años, fue operado de urgencia el 25 de diciembre tras caer inconsciente, víctima de un derrame cerebral, poco después de
vencer por unanimidad de los jueces al boxeador indonesio Heri Amol en un combate efectuado en Seúl.
El incidente abrió un debate sobre la seguridad de los pugilistas y, ahora, las autoridades de ese deporte barajan la posibilidad de posponer la decisión de rebajar los actuales guantes de ocho onzas por los de seis, en un intento de aumentar las victorias por nocaut.
El surcoreano, ex campeón del peso mosca, tenía previsto realizar varios combates en Estados Unidos, tras la fatal pelea en Seúl.
(EFE)
