Ocho policías fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia por orden del gobernador de Mendoza, Julio Cobos, tras los incidentes ocurridos el domingo en el Estadio Malvinas Argentinas, donde un futbolista resultó baleado.
Seis agentes y dos encargados de los operativos deberán declarar y mientras eso sucede permanecerán arrestados.
"No pueden dispararle desde medio metro a un jugador", sostuvo Cobos, con respecto al balín de goma que recibió el defensa de San Martín Carlos Azcurra.
El futbolista continúa con pronóstico reservado tras ser sometido el domingo a una operación de cuatro horas practicada en el Hospital Lagomaggiore de dicha provincia trasandina, donde ahora se encuentra en terapia intensiva.
La madre del jugador informó que tiene varios órganos comprometidos, entre ellos el pulmón derecho.
El hecho se produjo el domingo en el clásico mendocino que disputaban San Martín y Godoy Cruz, por la sexta fecha de la Primera B Nacional del fútbol trasandino.
Cuando Godoy ganaba 3-0, hinchas de San Martín arrojaron proyectiles al campo de juego, lo que motivó la suspensión del compromiso y la intervención de los policías.
Azcurra y algunos compañeros intervinieron para defender a los aficionados y un agente le disparó a quemarropa al zaguero, quien cayó al suelo con el torso ensangrentado, tras lo cual fue trasladado al centro asistencial. (Cooperativa.cl)