Mientras el automovilista alemán dominó sin contratiempos la Fórmula 1, el tenista suizo mostró las cualidades que lo han llevado a meterse entre los mejores jugadores de la historia.
A la hora de hacer los balances de 2004 en el deporte internacional los elogios de la prensa y los aficionados recaen en dos nombres, en dos competidores que a lo largo de la temporada mostraron lo mejor de sus aptitudes para alzarse como las figuras indiscutibles de sus disciplinas y quedar en la retina como los mejores: Roger Federer y Michael Schumacher.
Ambos deportistas dominaron sin contrapesos a sus rivales y se hicieron un espacio en la historia como uno de los mejores en sus respectivas especialidades.
El tenista suizo Roger Federer impuso su ritmo desde principios de temporada cuando en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, se quedó con el título.
 Roger Federer se adjudicó tres Grand Slams y lideró sin vacilaciones el circuito ATP. (Foto Archivo: EFE) |
Federer, de 23 años, gracias a su talento y su accionar en todas las superficies entró en la historia como uno de los mejores de todos los tiempos.
Los elogios de la prensa no son escasos, pero quedan cortos a la hora de evaluar el rendimiento del suizo, quien no soltó el número uno del ranking a lo largo de 2004 y sacó una ventaja de 3.000 puntos sobre su más cercano perseguidor, el estadounidense Andy Roddick.
Cuando todos hacen esfuerzos para terminar con el dominio de Ferrari y de su estrella, Michael Schumacher, el piloto germano apareció en 2004 con más decisión que nunca para sumar un nuevo título en la Fórmula 1, el séptimo de su carrera.
El piloto germano no tuvo contrapesos en la temporada de la máxima categoría del automovilismo y de 18 carreras disputadas ganó 13 en un dominio tal que se consagró campeón el 15 de agosto, cuando aún faltaban cinco fechas para el final de la Fórmula 1.
Con su triunfo, Schumacher sumó el séptimo título de su carrera y le permitió a Ferrari quedarse con el campeonato mundial de constructores, gracias a que también logró el subcampeonato de pilotos gracias al brasileño Rubens Barrichello.
Más allá del dominio avasallador del helvético y el germano, el año deportivo se centró en Atenas. Tras 104 años de espera, los Juegos Olímpicos volvieron a su cuna para mostrarle al mundo lo mejor del deporte mundial.
 Sudamérica dominó los deportes masivos en Atenas. Una muestra de ello fue la medalla de oro de Argentina en baloncesto. (Foto Archivo: EFE) |
Los asiáticos dominaron por varios días el listado de preseas, pero finalmente los representantes del país norteamericano se impusieron en la tabla final de medallas con 35 de oro contra 32 de los chinos, en una lucha que se resolvió sólo en los últimos días.
El dominio sudamericano
Sin duda que los Juegos Olímpicos son una fiesta deportiva que incluye las más variadas disciplinas, sin embargo, la atención termina centrándose en las actividades más cotidianas y conocidas.
Justamente en los cuatro deportes más practicados, los representantes sudamericanos se quedaron con los máximos honores.
Mientras Argentina se quedó con la presea dorada en el fútbol y el baloncesto, Brasil hizo lo propio en el voleibol. A estas tres medallas doradas, Chile agregó otras dos en tenis, dejando al subcontinente en la elite de los deportes masivos.
Destacaron en este logro el delantero argentino Carlos Tévez, el escolta trasandino Emanuel Ginóbili, el atacante Giba y por supuesto Nicolás Massú.
El fantasma de dóping asoló Atenas
No todo fue alegría en la cita olímpica, puesto que la capital griega estuvo envuelta en un manto de dudas respecto al dopaje de seis atletas que obtuvieron medalla, lo que significa un récord negativo para este magno evento.
Además, el Comité Olímpico Internacional (COI) sancionó a otros 11 deportistas, quienes dieron positivo en el desarrollo de los Juegos, quienes se suman a los atletas griegos Costas Kenteris y Ekaterina Thanou, quienes eludieron un control y se retiraron antes de participar en la justa deportiva.
Lo más destacado en el tenis femenino es la irrupción de las rusas, y dentro de ellas, sobresale la figura de Maria Sharapova. Además de su espectacular belleza, la jugadora criada en el rancho de Nick Bolletieri tiene un talento que le llevó a consagrarse en Wimbledon donde derrotó a la gran favorita, Serena Williams.
 La belleza y el talento de Maria Sharapova deslmubró al mundo tenístico. (Foto Archivo: EFE) |
Al talento de la moscovita se suman Anastasia Myskina, ganadora de Roland Garros; Svetlana Kuznetzova, monarca en el US Open; y Vera Zvonareva, quien junto a sus compatriotas se alzó con la Copa Federación, el torneo más importante por equipos en el ámbito femenino.
