Después de llegar por primera vez a la instancia decisiva del Abierto de Australia, el jugador local señaló que para conseguir el título deberá mejorar su nivel.
El australiano Lleyton Hewitt (3º ATP) señaló, tras vencer por 3-6, 7-6 (3), 7-6 (4) y 6-1 al estadounidense Andy Roddick (2º) y colocarse por primera vez en la final del Abierto de Australia, que estuvo preparándose durante nueve meses para tener su gran oportunidad de ganar el torneo.
"Siempre dije que haría lo que fuera para tener la oportunidad de jugar la final y ahora tengo mi gran oportunidad", dijo Hewitt.
"No obstante, Marat (Safin) venció al mejor jugador que hay en la actualidad (Federer) y lo está haciendo extremadamente bien. Tendré que subir el nivel de mi juego de nuevo y ver luego que sucede", comentó con respecto al triunfo del ruso sobre el suizo en semifinales.
"Es increíble estar en la final, toda mi preparación está pagando dividendos ahora", añadió el australiano, quien tiene la oportunidad de ser el primer jugador local en ganar el torneo desde 1976 cuando se lo adjudicó Mark Edmonson.
Roddick comparó el tenis de Hewitt con una tormenta
En tanto, Roddick comparó el juego de Hewitt en las semifinales del Abierto de Australia con una tormenta, y señaló que intentó controlarla, pero sin éxito.
"Jugar contra alguien como Lleyton nunca es una rutina. Tiene demasiado poder, demasiada potencia y yo tenía que controlar esa tormenta", señaló Roddick, quien explicó que la clave del encuentro estuvo en los dos tie break.
"Ganar uno de los dos me hubiera dado una ventaja considerable", comentó. "Me volví loco y me sentí como si careciera de golpes, mientras que él estaba en su mejor momento. Creo que le concedí más de lo que él quería", puntualizó.
En uno de los cambios de lado, Roddick se quejó al juez de silla, Andrea Egli, que uno de los aficionados que siempre gritaba cuando él servía, sin embargo, cuando Egli le indicó que él no podía controlar a cada uno de los espectadores, el estadounidense respondió: "¿Me estás diciendo que tengo que tener a alguien gritando detrás de mi durante cada uno de mis saques y tú no puedes hacer nada?".
Roddick reconoció después que sólo había sido un espectador el que causó su molestia. "El público en general estuvo estupendo, muy respetuoso", comentó sin darle ya mayor importancia. (EFE)
