El gerente de estudios de Imaginaccion, Luis Eduardo Escobar, cree que la disminución del consumo podría derivar en una desaceleración de la economía chilena.
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| Las expectativas de la población se ven influenciadas por las noticias que llegan de EE.UU. y Europa. (Foto: EFE) |
Una encuesta elaborada por la mencionada consultora junto a
Cooperativa y la Universidad Federico Santa María indicó que
el 79,3 por ciento de los chilenos ya está tomando medidas ante una eventual crisis económica, tales como la reducción de sus gastos.
"Entre el grupo que considera que la economía chilena puede ser afectada, casi el 80 por ciento de las personas dice que ya está tomando medidas. Eso es bastante serio desde el punto de vista económico, pues significa que probablemente va a bajar el consumo, y cuando disminuye el consumo es la primera señal de que habrá consecuencias recesivas para la economía chilena", dijo el analista.
Escobar se refirió también a la cifra que indica que el 77 por ciento de la población piensa que una recesión afectaría a su familia.
El resultado "es bastante contundente y producto del hecho de que la gente ha aprendido a lo largo del tiempo que cuando la economía internacional tiene problemas Chile no está exento de ellos, y la demostración más patente fue el año 2009".
"La gente, cuando el Gobierno empieza a decir que hay problemas afuera, y permanentemente en la televisión, los periódicos (se informa de de lo mismo), cree que eso será así", señaló.
Desaprobación del manejo
Escobar también se refirió a la cifra del 59,4 por ciento que considera que el Gobierno no está manejando adecuadamente los temas económicos. Para el economista, esto expresa más un descontento generalizado con el funcionamiento del sistema que una crítica puntual al Ejecutivo.
"La economía chilena está creciendo relativamente bien, el desempleo está comparativamente bajo y la tasa de inflación está bajo control. Todos estos indicadores macroeconómicos están dentro de rangos que llamaríamos entre aceptables y buenos", indicó.
De este modo, "el desagrado de la gente tiene que ver probablemente con temas como La Polar, las utilidades de las isapres, el costo de la educación y las dificultades que tienen las personas para hacer coincidir sus necesidades de gasto con los ingresos que tiene. Hay un malestar que va mucho más allá de las cosas estrictamente macroeconómicas", sentenció.