Entre estas presiones se menciona la contratación de fotógrafos para identificar a los participantes de la movilización: "Las máximas de la experiencia indican que el hecho de ser fotografiado un trabajador durante su participación en una huelga y sin tener conocimiento del destino o utilización de la fotografía, puede infundir en él el justo temor de ser objeto de represalias por parte de su empleador, poniendo el riesgo su fuente laboral, y el no considerarlo de tal modo resulta contrario a la sana crítica", señala el fallo.
Además, durante el proceso de negociación, la empresa creó una página web que ofrecía condiciones para el reintegro individual de los huelguistas, les envió mensajes de texto y contactó a sus teléfonos celulares personales "no solo para invitarlos a informarse a través de dicha página sino, además, instándolos a dicho reintegro bajo amenaza de despido", señala la condena del tribunal presidido por la jueza Dobra Lusic.
El fallo revirtió un dictamen anterior del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, y consideró que la empresa "no tuvo intenciones reales de llegar a una negociación anticipada con el sindicato Citibank, porque a pesar de ser el primer sindicato del Banco en solicitar la anticipación de la negociación colectiva, no se entregó por parte de la empresa propuesta concreta, escrita ni formal alguna durante todo el proceso de negociación colectiva".
Aunque la condena es un triunfo para los trabajadores y tribunal estableció la multa máxima contemplada para esto en el artículo 292 del Código del Trabajo, el pago es de 150 UTMs, lo que equivale a casi 6 millones de pesos. O sea, el 0,0023 por ciento de los 253.257 millones de pesos que tuvo el Banco de Chile como utilidades durante los primeros siete meses de este año, según datos de la SBIF que constan en la nota de The Clinic.