Pese a lo complicado que es tratar el tema del alcohol en la familia, la australiana precisó que es necesario conversar, para "ayudar" a otras personas afectadas.
La actriz Nicole Kidman aseguró que le resulta difícil a ella y su marido, el cantante de country Keith Urban, hablar sobre la adicción al alcohol de él, pero agregó que lo hacen "para poder ayudar a otros".
"Evidentemente, cuando tu vida ha sido examinada y publicitada por otros y la gente está al tanto de los detalles más íntimos de tu vida resulta raro estar en un estudio de televisión y hablar de ello", dijo la australiana en declaraciones a la cadena estadounidense de televisión ABC.
No obstante, agregó que "a la vez, hay mucha gente que lucha ahora lo mismo por salir de adicciones y ese tipo de problemas. Por eso Urban ha hablado de las facetas más íntimas de nuestra vida, en un esfuerzo por acercarse a esas personas".
El músico entró en un centro de rehabilitación en octubre de 2006, cuatro meses después de contraer matrimonio y tras 90 días internado no dudó en hablar públicamente de su problema con el alcohol.
Además, subrayó que su ingreso en el centro salvó su matrimonio y su carrera.
Por otro lado, Kidman indicó que su marido quiere demostrar a otros que "se puede lograr" salir del alcoholismo.
"Lo importante no es ser arrogante con tu amor y mantenerse humilde, además hay que saber que lo debes atesorar día a día", añadió la actriz. (EFE)
